miércoles, 20 de abril de 2011

Corriendo por la huerta murciana


Carril bici junto al río Segura. Fotografía Ayto. de Murcia.


A medida que avanzan los fines de semana de ida y vuelta entre Madrid y Murcia, al fin llegan algunas buenas noticias tras unos duros meses, y aprovechando, el sábado salí a corretear un poco por la vega murciana.

Murcia, por encima incluso de muchas provincias, se ha visto transformada por el boom inmobiliario. Y lastrada por la feroz especulación del ladrillo, la ciudad, con sus pedanías, ha cambiado de fisionomía, hasta el punto que cada día es más complicado encontrar la famosa huerta murciana, arrasada a costa de zonas residenciales, centros comerciales y campos de golf.

La ciudad, como cada año, se prepara para las celebraciones de semana santa y fiestas de primavera, envuelta en el colorido y el aroma que sólo Murcia sabe transmitir.

Cruzo el centro corriendo. Trapería. La plaza de Belluga y la Catedral. La glorieta de España, rebosante de geranios. El puente de los peligros, el Malecón con olor a barraca y víspera de fiesta. Los nazarenos paseando por la ciudad, la música de las bandas, las peñas huertanas iniciando los preparativos. Y entre el ambiente festivo de día de sábado recién amanecido, me pierdo siguiendo la orilla del río Segura a través de la vía verde que recorre su margen izquierda.

Hoy no es día de tirada larga, como cuando me pierdo por aquí. El cuerpo aún no está para esos trotes. Pero siempre es una suerte disfrutar de este recorrido, más en un espléndido día de primavera, y poco a poco corro por el valle que riega el río y que lo convierte en la tierra fértil de la vega media o la huerta murciana.

No queda demasiado de huerta, pero aún se puede disfrutar. Ojala los próximos años no terminen por erosionar lo que aún queda del origen murciano, aunque desgraciadamente creo que eso no importa demasiado a demasiada gente.

Después de Semana Santa volveremos a las zapatillas. Con unas ganas increíbles. Y con la vista puesta en el murmullo de boda que traerá el mes de mayo y las emociones que nos esperan.


Mientras, desde mañana, el equipo se vuelve a reunir en su parte más masculina, y La Rioja, con sus viñedos, nos aguarda para pasar unos días muy emotivos de despedida de soltero de Javi con el resto de la tropa, en algo, que más que parecido a “Entre copas”, amenaza en ser como “Resacón en Las Vegas”. Cada día es más difícil juntarnos todos los amigos, así que aprovecharemos al máximo estas vacaciones con aroma a esos viejos tiempos. Y es que, hay muchas ganas de volver a juntarnos y compartir estos días para celebrar lo mucho que tenemos que celebrar.

viernes, 15 de abril de 2011

MAPOMA

Nieve en el desierto. Paseo de Coches del Parque del Retiro, 25 de Abril de 2010

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Como cada mes de abril, la gran ciudad volverá a convertirse el domingo en una enorme carrera tras una línea azul, mientras los corredores harán la ciudad parte de su vida.


El año pasado, descubrimos MAPOMA, y a pesar de que nada más cruzar la meta prometí que no volveríamos a una carrera tan dura, ahora, con la distancia, recuerdo lo intenso que fue todo, recuerdo cuanto lo disfrutamos y siento la necesidad de seguir formando parte de la ciudad, y abril tras abril, año tras año, volver a formar parte del juego, como quién se aferra a una rutina que marca el pasa del tiempo.


Este año, ni siquiera podré estar en Madrid este fin de semana. Pero desde la distancia, recordaré la maratón y a todos los que a través de cuarenta y dos kilómetros soñaréis con ella.


Quizás seas impresiones mías. Quizás no. Pero la gran ciudad parece estos días vestida de maratón a todas horas. En el metro, en las marquesinas de los autobuses, los carteles anuncian la carrera. Cada mañana, camino del trabajo, veo la línea azul que marca el recorrido por todas las calles. Cada tarde, de regreso a casa, sólo veo corredores con sus pinturas de guerra. Por la noche, ya vuelvo a soñar con que dentro de poco nosotros estaremos comenzando de nuevo el camino.


Me emociona la historia de Sonia y su padre, Satur, que van a correr juntos en busca de un sueño. Es emocionante oír el tintineo de un llamador de ángeles que les va acompañar en cada zancada. Y es que, cada maratón, no es más que la suma de un montón de historias, de un montón de sueños, como el año pasado fue el de Pepe, el de muchos otros, y en una ocasión el nuestro.


Madrid, igual que cada maratón, es de aquellos que lo sueñan, de todos los que despertáis cada día sacrificando horas de sueño a cambio de un sueño aún mayor, de todos aquellos que volvéis a comenzar de nuevo en busca de algo que aún os espera, de todos vosotros que lo vais a disfrutar, de todos los que al entrar en el parque del Retiro podréis gritar victoria.


Muchísima suerte a todos. Y sobre todo, disfrutar. Disfrutar muchísimo la carrera. Que es de lo que se trata. Desde la distancia, el domingo, una parte de mi estará corriendo MAPOMA. Se que volveremos.
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Javi, nuestro objetivo de 2011 inevitablemente está más cerca. Estoy deseando comenzar a soñar de nuevo.

martes, 12 de abril de 2011

IX Vueltas pedestres a las Murallas


Esta cara creo que lo dice todo. Me la hizo Carlos (gracias) en el final de la segunda y última subida a la cuesta del hospital viejo. Sólo quedaban 400 metros, pero se me hicieron largos y las dos subidas tiraban mucho.




Sinceramente esperaba encontrarme algo mejor de como lo hice. A pesar de llevar sólo un mes de entrenamientos regulares, llegaba a esta carrera con ganas de afrontarla y con expectativas de hacer una mejor marca. Es lo peor que pude hacer. Ya en la primera subida me di cuenta que no podía ir tan rápido, que todavía no estaba a ese nivel. Los primeros kilómetros fueron volados, en 4 mins el primero y en 4´15 el segundo, el tercero se me fue a 5 mins, el cuarto a 4´15, el quinto lo hice en 5´15 y los últimos 700 metros en 3 mins, para un total de 25´30.


Aún me quedan por acumular muchos kilómetros en las piernas para volver a estar a un nivel aceptable. Los 6 meses de lesión son como un lastre en mi cuerpo y junto con algún kilo de más hace que no disfrute tanto de las carreras. Se que me vienen muy bien este tipo de carreras y que poco a poco iré encontrándome un poco mejor. Se que de la primera carrera a esta (3 semanas) he avanzado puestos y marca, pero iba con la expectativa de estar un poco mejor y eso me dejo un poco hundido.


Por supuesto seguiré entrenando y luchando para estar cada día un poco mejor, pero el entrenamiento de ayer me dijo que necesito un poco más de descanso. Noto las piernas pesadas y cansadas, noto que no avanzo y que me cuesta mantener un ritmo vivo. Hasta el viernes no volveré a salir, espero asimilar bien el descanso y que las piernas y sobre todo la cabeza vuelvan a funcionar mejor.


A parte de todo esto, me sigo sintiendo solo en las carreras. Esta ha sido en la que más. Mónica apuraba su despedida de soltera en Salamanca y Miguel disfrutaba en Madrid de un día de primavera con Cristina y Candela. Se que volveremos a estar juntos, antes de lo que nos imaginamos y se que estaban conmigo en cada zancada, pero les eche en falta. Apenas cruce un par de saludos con unos compañeros antes de empezar y al finalizar intercambio de impresiones de la carrera con 2 ó 3.


En un par de semanas la tercera carrera del circuito, entre medias seguirán los entrenamientos. Espero ir encontrándome mejor.

viernes, 1 de abril de 2011

Rompiendo en verde


Fotografía de Ricardo de Arce, tomada del blog "El capturador de imágenes"

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Entra el calor tan rápido en la gran ciudad, que mientras corres por el retiro llegas a dudar del calendario, y entre la cantidad de gente que llena el parque, las vestimentas propias del verano y el enorme calor, uno va pensando que la feria del libro está ya en el paseo de coches.

Me gusta el retiro en las noches de invierno. Vacío. En silencio. Pensando que cada camino es sólo para mí.

También me gusta el retiro en las tardes de buen tiempo. Mucho más vivo. Con gente paseando, gente descansando, grupos de chicos alrededor de una guitarra, las barcas en el estanque, los patinadores surfeando, los corredores llenando todos los caminos.

Porque un parque, más vivo es cuanto más lo vive la gente, cuanto más cada habitante de la ciudad lo hace como una parte suya.

Eso es lo que por ejemplo me encanta de Central Park. Para los new yorkinos es una parte más de su vida. Su parque dónde pasar un día de domingo, dónde patinar al ritmo de la música, dónde bailar al ritmo de una batucada improvisada, dónde correr, donde jugar, dónde jugar al béisbol, patinar en invierno, pasear o cantar o tocar con los amigos de la banda.

Ayer, mientras corría por nuestro retiro, no me pude resistir a pasar varias veces por la glorieta del ángel caído, dónde al ritmo de la música los patinadores bailaban sobre el asfalto. Que buen rollo funky.

Diez kilómetros después, mis piernas recordaban el cansancio del lunes, y aunque aún estoy para el arrastre, poco a poco el cuerpo va cogiendo algo de forma. Encontrar regularidad será otro tema, pero eso ahora no es lo importante.

El domingo, los corredores volverán a llenar el retiro para la media maratón de Madrid. Aperitivo de lo que espera dentro de dos semanas a todos los pequeños héroes que con esa meta convertirán para siempre el parque en una parte de su vida. Cuantos recuerdos.

Mientras, el resto seguiremos esperando nuestro momento, disfrutando del parque, viendo como la primavera ya lo ha vestido todo de verde.