viernes, 1 de abril de 2011

Rompiendo en verde


Fotografía de Ricardo de Arce, tomada del blog "El capturador de imágenes"

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Entra el calor tan rápido en la gran ciudad, que mientras corres por el retiro llegas a dudar del calendario, y entre la cantidad de gente que llena el parque, las vestimentas propias del verano y el enorme calor, uno va pensando que la feria del libro está ya en el paseo de coches.

Me gusta el retiro en las noches de invierno. Vacío. En silencio. Pensando que cada camino es sólo para mí.

También me gusta el retiro en las tardes de buen tiempo. Mucho más vivo. Con gente paseando, gente descansando, grupos de chicos alrededor de una guitarra, las barcas en el estanque, los patinadores surfeando, los corredores llenando todos los caminos.

Porque un parque, más vivo es cuanto más lo vive la gente, cuanto más cada habitante de la ciudad lo hace como una parte suya.

Eso es lo que por ejemplo me encanta de Central Park. Para los new yorkinos es una parte más de su vida. Su parque dónde pasar un día de domingo, dónde patinar al ritmo de la música, dónde bailar al ritmo de una batucada improvisada, dónde correr, donde jugar, dónde jugar al béisbol, patinar en invierno, pasear o cantar o tocar con los amigos de la banda.

Ayer, mientras corría por nuestro retiro, no me pude resistir a pasar varias veces por la glorieta del ángel caído, dónde al ritmo de la música los patinadores bailaban sobre el asfalto. Que buen rollo funky.

Diez kilómetros después, mis piernas recordaban el cansancio del lunes, y aunque aún estoy para el arrastre, poco a poco el cuerpo va cogiendo algo de forma. Encontrar regularidad será otro tema, pero eso ahora no es lo importante.

El domingo, los corredores volverán a llenar el retiro para la media maratón de Madrid. Aperitivo de lo que espera dentro de dos semanas a todos los pequeños héroes que con esa meta convertirán para siempre el parque en una parte de su vida. Cuantos recuerdos.

Mientras, el resto seguiremos esperando nuestro momento, disfrutando del parque, viendo como la primavera ya lo ha vestido todo de verde.

5 comentarios:

SONIA dijo...

Poética tu entrada, sobre todo ahora que todos nos dedicamos a disfrutar de los espacios de nuestras ciudades. Ayer mismo me dediqué una hora libre para sentarme en un banco a leer...
El Retiro, sin embargo, cobrará especial relevancia dentro de 15 días, tan solo 15 días...

Un abrazo!

Miguel dijo...

Lo que más cautiva de la primavera es la luz, cambian la hora y las tardes se llenan de luz.

Jaal, Corredor Incierto dijo...

Somos poliédricos. Una misma cosa nos sugiere cosas diferentes si la vemos de noche, de día, con lluvia, más jóvenes, más viejos, con dolores, en esta vida, en otra anterior.

Buena entrada Miguel.

Nombre dijo...

La primavera te ha traído nostalgia... ese fin de semana tocará estar aquí ¿no?

Miguel dijo...

El retiro. Siempre el retiro...

Gracias SONIA. Me quito el sombrero por lo de ayer, maratoniana. Creo que vas a a ver el retiro ya siempre de otra manera...

Esas tardes son un maravilla para el corredor, MIGUEL. Animo con la recuperación.

Siempre vemos las cosas distintas JAAL. Nunca es el mismo momento. Pueden ser los mismos ojos, pero la mirada siempre es distinta.

Tienes razón COMMEDIA. Pronto pasará esa nostalgia primaveral para celebrar el verano.

Un saludo a todos!

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