lunes, 13 de septiembre de 2010

¿Qué fue primero, la gallina o el huevo?


Debo de confesar que llevo mucho tiempo dándole vueltas a la montaña. Vueltas en términos mentales, me refiero. En esas estamos a estas alturas. Y es que nos vamos a enfrentar a algo que nos obliga a cambiar totalmente el chip. Se acabaron nuestros ritmos constantes en progresión, la velocidad “crucero” y el asfalto. Si, siempre hemos sentido predilección por las carreras duras, de enormes cuestas. Pero, aprendices de nuevos retos, lo que tenemos entre manos es totalmente distinto y, al menos, la situación obliga a ciertas reflexiones.

Reflexiones que deben de abarcar desde la definición propiamente dicha, hasta la técnica y la motivación. Comencemos por la definición, carrera de montaña. ¿Nos enfrentamos realmente a una carrera? No lo creo. Al menos no dentro de la idea que tenemos en cabeza. Más bien nos enfrentamos a un reto, a una pequeña aventura que nos sirva de debut en este mundillo, a una mañana de montaña con 20 kilómetros por delante. Y es que, correr, lo que es correr, también debemos matizarlo. Correremos lo que se pueda, andaremos el resto del tiempo, y treparemos o gatearemos cuando no haya otra opción. Siempre sin prisa y guardando fuerzas, sobre todo en los tramos más duros de subida y en las difíciles bajadas dónde debemos de ir con toda la precaución del que sólo quiere disfrutar de una mañana de montaña y del que quiere aprender algo de técnica para sucesivas escaramuzas.

Reflexiones al fin y al cabo que debemos de asumir, y que desde unas premisas básicas nos permitan plantearnos el resto, para desde ahí intentar abarcar el todo.

El todo es asumir que vamos a aprender, a disfrutar como siempre juntos de una dura jornada montañera por nuevos paisajes, que vamos a sufrir y que poco a poco vamos a disfrutar mucho.

Y dentro de todas estas reflexiones ya podemos comenzar a situar nuestra mentalización y nuestra preparación. Muchas cuestas, muchos senderos y muchos entrenamientos, a falta de montaña, saliéndonos del camino para correr campo a través. Ayer 22 duros kilómetros por la CdC abandonando todo refugio en forma de sendero y trepando de cerro en cerro por los lugares más inaccesibles, comprobando que las nuevas zapatillas me dan un agarre muy similar al de mis botas de montaña pero con mucha más ligereza. Total de dos horas dónde alternar caminar y correr. Y es que otra premisa, quizás la principal, es que no vamos a correr, es que debemos de repetirnos que ahora toca correr, andar, correr, andar.

El cross de la Pedriza nos espera cada vez más cerca, y entre medias seguiremos disfrutando de todo el tiempo que nos queda para terminar de prepararnos, que hay tiempo suficiente. Eso si, también con algunas preocupaciones, sobre todo en el aspecto muscular. Javi es mucho más fuerte, todo un roble, y creo que se va adaptar perfectamente. Yo creo que estoy demasiado flojo, demasiado fino. Años de runner descuidado, y totalmente descompensado han terminado de modelar este cuerpo enclenque que me ha tocado. Intento fortalecer abdominales y lumbares, que no paran de protestar a gritos, y los cuadriceps no están tan fuertes como para evitar que las rodillas se quejen. Haremos lo que pueda en estas tres semanas para fortalecer ambos puntos.

Mientras, seguiremos reflexionando en el cambio de chip, reflexionando sobre la montaña.

Siempre he amado la montaña. Seguramente más que a mis carreras, y eso da mucha motivación, pero también mucho respeto, que es lo que los años me han enseñado sobre ella. No debemos de olvidarlo, siempre es ella la que decide hasta dónde puedes llegar, y uno no debe de desafiarla más de la cuenta. Es demasiado grande, y bonita, como para perderla el respeto. Y es que en todas las marchas con mi grupo aprendí que la montaña se debe de disfrutar con calma, con cabeza. Sabemos que la experiencia será dura, pero nos acercamos a ella como aprendices dispuestos a disfrutar cada instante, como corredores que al fin y al cabo aman la montaña, las cumbres que hemos hecho y las que nos quedan por delante. Y es que, al fin y al cabo, ¿qué fue primero, el runner o el montañero?

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Difícil pregunta... yo creo que al principio era todo, es decir, tocaba correr y claro no existía el asfalto! si la huida era hacia arriba pues sin más contemplaciones.

Buena y meditada reflexión. Teniendo claras las cosas es más fácil y sólo resta aplicarlas o practicarlas.

Personalmente la montaña me da miedito.

Saludos y suerte

Sosaku Runner dijo...

Es curioso que se junte en el mismo día esta entrada y la de RA (vamos corriendo por madrid). Lo importante es ir bien entrenado muscularmente y aprender de la experiencia. Las carreras de montaña son las que te preparan para las carreras de montaña, parece de perogrullo pero es así.

Miguel dijo...

Vais a disfrutar, seguro, para entrenar, a parte de los caminos y las cuestas también teneis las escaleras, que ponen las piernas a tono.

Risco dijo...

Tú y Ra soys la cara y la cruz.

Miguel dijo...

MIGUEL, la verdad es que la primera vez la montaña da un poco de miedito. Quizás no miedito, pero si mucho respeto. De momento tenemos muchas ganas por el nuevo reto, ya veremos después que tal evoluciona todo... saludos a la otro orilla.

GONZALO, ya me he ido a leer RA. Madre mía, me ha dejado con algo de susto en el cuerpo. Todo un devora kilómetros y lo ha pasado así de mal... ¡confiemos en que sean cosas del debut! Estoy de acuerdo contigo. Las carreras de montaña se entrenan en carreras por la montaña. Algún día, dentro de unos cuantos años, nos gustaría asaltar un ultra tipo GTP. De ahí viene todo esto. Tan solo estamos comenzando un "plan" de entrenamiento a largo plazo. Un saludo!

Gracias MIGUEL MIJ-MIJ. Esperemos disfrutar mucho! Gracias por el consejo. Las escaleras ya están haciendo su trabajo... un saludo, y ánimo con esas molestias!

RISCO, como decía antes la verdad es que da miedo leer a RA... me encanta la montaña, siempre me he sentido montañero, quizás más que corredor, pero me imagino perfectamente escribiendo algo así al día siguiente, pues desde luego que tiene que ser durísimo. Y más con un 3R por medio... saludos!

Anónimo dijo...

Os vamos a seguir desde La Elipa. Con vuestro permiso, claro.

Jaal

Miguel dijo...

Bienvenidos JAAL! Encantados de teneros por aquí. Un saludo a la Elipa.

Santi Palillo dijo...

La montaña es un reto difícil pero seguro que lo pasáis con nota.

Miguel dijo...

gracias por la confianza SANTI! de momento el objetivo, como siempre, es pasar un buen rato y continuar creciendo por este terreno. un saludo!

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