Inscripción a la ilusion

Ya es un echo, ya es una realidad. Nuestros nombres lucen orgullosos en la lista de inscritos al MAPOMA 2010.

Un nuevo reto, una nueva ilusion.

Siempre unidos, siempre juntos.

La vida, ese paréntesis

y no obstante siempre hay quien se resiste

a irse sin gozar

sin apogeos

sin brevísimas cúspides de gloria

sin periquetes de felicidad

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De "Resistencias", La vida, ese paréntesis (1998). Mario Benedetti

Cambio de chip en Getafe

Creo que ha llegado el momento. Nuestros entrenamientos y nuestra superacion así nos lo dice. Ya no somos unos corredores populares, ya no nos consideramos uno más en las carreras, ya no nos conformamos con solo terminar la carrera, queremos superarnos. Tanto esfuerzo y dedicación ha dado su fruto.

A la media de Getafe iba en principio solo a trotarla, a rodar, a hacersela a un amigo, Moi, que queria bajar de 1h40m y desde el principio la intención seguia siendo esa. Los tres primeros kilometros los hicimos a ritmo de 5 mins, suavecitos e intentando coger un ritmo constante que, entre tanta gente y tantos adelantos, era complicado. A partir de ahi y con nuestra posicion ya en carrera definida, comenzó nuestra progresion.

Los kilometros iban avanzando con la misma rapidez con la que bajaban los tiempos de los mismos, llegamos a hacer alguno a 4.15 y la mayoria eran en torno a 4.23. Moi seguia estando fuerte y podia y queria seguir con el ritmo.

El final de la carrera se aproximaba y los tiempos seguian siendo buenos, el ultimo kilometro lo hicimos en 4.04 y el tiempo final era de 1h 35m 22seg. Un tiempazo para Moi y mi segunda mejor marca.

Las sensaciones fueron buenisimas, la carrera no se me hizo nada larga y acabé con mucha fuerza y con la seguridad de haber podido rebajar el tiempo en más minutos si no hubieramos salido tan despacio.

Por la tanto he salido super reforzado de esta carrera y la moral está mas arriba de las nubes. Acabé con la sensacion de poder seguir corriendo y de haber podido ir mas rápido durante la carrera. Aqui me veis junto a Moi (2167) en la entrada al estadio en los ultimos 300 metros de la carrera.

Creo entonces, que el cambio de chip que hemos realizado, corresponde a que a las carreras ya no podemos ir a trotarlas, no es que vayamos a competirlas, pero ya vamos a mejorar nuestra marca y seguir encontrando buenas sensaciones.

Para las proximas carreras (La Latina 28-02 y Segovia 21-03) a las cuales ya estamos inscritos, seguiremos calibrandonos y buscando las buenas sensaciones que te deja una buena carrera bien terminada y bien trabajada.

Mientras tanto, a falta de un mes para la siguiente media maraton, seguiremos entrenando y contando nuestras aventuras en el blog.

Gracias a los que nos seguis y nos animais.

PD: Otra anecdota mas que contar. A la altura del kimoletro 5 adelantamos a Dani Martin, cantante de El Canto del Loco, que iba corriendo tranquilamente y conversando con otros corredores. En ocasiones he asistido a sus conciertos y ahora le tenia a 1 metro de mi corriendo sobre el mismo asfalto y disfrutando de la carrera.

Dibujando montañas

El alpinista es quién conduce su cuerpo allá dónde un día sus ojos lo soñaron.

Gaston Rébuffat

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Dibujo montañas. Las pinto de blanco. Deshojo el calendario y Enero llega como todos los años para desempolvar el piolet que guarda los sueños de alpinista mientras recorro los ochomiles y los “Himalayas” que nunca recorreré. Exploramos el camino entre la niebla y la nieve que confunden el horizonte con la realidad hasta no dejarnos avanzar más. Inventamos una nueva vía juntos. Trazamos el camino entre la niebla. Hasta dónde la montaña nos deja llegar. Ella siempre es la que manda. Hoy hasta aquí. Hoy no avanzaréis más. Dibujamos montañas. Regresamos a la plataforma. Sentimos el invierno. Vivimos un pedacito de Gredos.

El misterioso caso de la gente con colchonetas

Desde hace años lo decía la canción. Aquí no hay playa. Pero después de un par de días de rodajes, voy a comenzar a recorrer las calles del centro de la gran ciudad en su búsqueda. En algún lugar no muy lejano debe de estar el mar. Y ya tengo planeada la estrategia. Desde la glorieta de Bilbao saldré a Fuencarral, y desde ahí, pasearé entre cada manzana con la esperanza de encontrar el secreto, de descubrir la playa que ahora ya se que se esconde en algún rincón del centro de Madrid.

Miércoles y Jueves. Dos días de rodajes suaves a mediodía. 65 minutos por la Casa de Campo el miércoles. Ayer Jueves, otra hora para descubrir la Dehesa de la Villa y correr entre la niebla y los pinos. Los dos días las mismas buenas sensaciones. Los dos días la misma situación.

Al salir del trabajo a las dos y media, a las tres en punto ya estaba corriendo. De vuelta a casa, pensando en la ducha y en la merecida comida, sobre las cuatro de la tarde cruzo por Fuencarral apurando los últimos metros de carrera. Y ahí los vi. Despreocupados, ajenos al invierno, la gente paseaba con las colchonetas debajo del brazo. El primer día no lo di mucha importancia, pero ayer ya me mosqueé bastante. El miércoles era un pequeño grupo, tres o cuatro personas. Pero ayer más de una docena de chicos y chicas caminaban con una colchoneta hinchada debajo del brazo. No se de dónde salieron. No se a dónde se dirigían.

En algún lugar muy cerca de nuestra casa debe de estar la playa. Hoy toca día de descanso. Dedicaré la tarde a investigar. A esconderme debajo de mi sombrero y mi abrigo y a pasear por las calles del barrio, a ver si consigo descubrir el secreto mejor guardado. Aquí hay playa. Y si al final resuelvo el misterio, que mejor para una tarde de un viernes de Enero que pasear sobre la arena junto al mar.

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Temo no hallar más que asfalto. Pero ahora ya se que la gran ciudad esconde un secreto.

CROSS SOBRE EL BARRO EN AVILA

Ayer tuvo lugar en Ávila el segundo cross Memorial Jose Soriano, fueron 9 kilometros y aunque parezcan pocos, se hicieron duros y un poco largos. No estoy acostumbrado a correr sobre el barro y se notó a lo largo de la carrera, vaya si se notó.

Pero disfruté y mucho corriendo por el soto, no importaba acabar sucio y lleno de barro por todo el cuerpo, es más, era de lo que se trataba. En un dia como el de ayer no podias estar corriendo y mirando al suelo para no pisar el barro y los charcos, si lo hacias perdia la gracia el cross y la carrera no hubiera sido la misma.

Mucha gente se acercó a disfrutar de una carrera nueva en Ávila y para mi, habia tanta gente como en la media maraton de Ávila. El ambiente era espectacular, se respiraba a autentico cross, se notaba que iba a ser un dia especial. Hacia años que no corria por campo a través, me hizo recordar mi infancia cuando haciamos algunas carreras en el colegio por el campo, recuerdo ganar alguna.

Cuando veo por la televisión algún tipo de carrera de estas pienso lo cansado que puede llegar a ser para los corredores una prueba de este estilo, y ayer por suerte pude comprobarlo por mi mismo, mis piernas sufrieron como lo hacen los corredores de cross. Se notaba en ocasiones que el pie no apoyaba tan bien como lo hace en el asfalto, que costaba impulsarse con toda la fuerza que querias darle, que se te iba el pie en medio del barro. Incluso habia un pequeño salto en medio del recorrido que hacia sentirte más aún corredor de cross. Tambien habia subidas y bajadas que hacian el recorrido mas duro aun, el tipico rompepiernas que no te deja mantener un ritmo constante.

Cuando ya nos acercabamos al final de la carrera me dispongo a sobrepasar a un corredor que va sorprendentemente despacio, al llegar a su altura veo que es Fabian Roncero, todo un clasico de estas carreras y de maratones. Al principio pensé que ya habia terminado y que seguia corriendo para soltar un poco las piernas, pero luego me entere que se habia lesionado y por eso iba asi de despacio. Pero ahí quedará eso, adelante a Fabian Roncero. Una anecdota más que contar.....

Pero la carrera no fue la misma sin Miguel, desde el momento en el que llegué ya me sentía solo a pesar de la multitud de gente que habia y con los que estuve charlando, que me preguntaban donde habia dejado a mi compañero de carreras. Hasta ellos notaron su vacio y es que para llenarlo no habia gente suficiente en el soto para suplirle. Durante la carrera fue cuando mas noté su ausencia, sus animos, sus apoyos, su sabiduria y sobre todo su alegria y su saber disfrutar de la carrera. Se que la corrio conmigo desde la distancia, se que me estuvo apoyando en todo momento y que me animó durante los 9 kilometros que duró el cross. Espero al proximo año volver a disfrutar de esta carrera, pero esta vez a su lado.

El proximo domingo a correr la media maraton de Getafe, solamente a trotarla. Tambien sin Miguel, tambien le echare en falta. Tambien lo contaré en el blog.

100 days to go

La experiencia es un grado. Dicen. Recuerdo para Atenas como mirábamos cada mañana el contador de los días restantes para el objetivo. Ahora, unos meses después, MAPOMA nos espera. Lo esperamos con ilusión. Con muchísimas ganas. Pero la experiencia es un grado. Ya somos maratonianos. Nos sentimos maratonianos. Vivimos como maratonianos. Seguimos igual de enamorados de la carrera. O más. Pero el primer amor ya pasó, y ahora, aunque la ilusión crece cada día, las emociones están más controladas, más pausadas. Como ese amor del que disfrutamos cada día pero ya sin las prisas y los excesos del recién enamorado. Sabemos de lo que somos capaces. Queremos volver a vivir todo lo vivido. La gran ciudad nos esperá y será inolvidable. Mientras, lo esperamos más pausados. Con la experiencia que da el camino vivido.

El sábado debuta Javi dentro de la nueva preparación en Avila. Como siento no poder acompañarte. Pronto volveremos a estar juntos en una línea de salida. Disfruta mucho del cross, termina lleno de barro y pásalo genial. Desde Madrid correré contigo.

Mientras, los días pasan. La gran ciudad nos espera. 100 days to go.

Caminos sobre la nieve

Me adentro en un cuento de Cortázar. Seres extraños, blancos, me rodean. Intentan atraparme. Corro. Corro. Pero están por todas partes. La gente, despreocupada, parece feliz esta mañana del mes de Enero. Mis piernas también. Por qué nadie pensó en que en un día así todas las oficinas nos deberían de haber dado el día libre. A menudo a la gente mayor se le olvida disfrutar de las cosas verdaderamente importantes. Bajo los guantes las manos sueñan con el calor del agua caliente de la ducha. Bajo las zapatillas, los pies calados, aprovechan su día de heroicidad. Mientras corro a través de los caminos de hielo en busca de la gran ciudad me evado de todo. Hoy ha sido uno de esos días de disfrutar de cada zancada, de cada respiración y cada rincón del parque. Pero algo me preocupa. Los seres extraños me persiguen por todas partes. Corro pero no consigo dejarlos atrás. Enfrente, detrás de los árboles. No dejan de observarme. La gente parece feliz esta fría mañana del mes de Enero. Mis piernas también.

El camino de la estrella

En el mundo puede darse la circunstancia de que llueva o la circunstacia de que no llueva y, entre ambas, en algún punto debe de estar la línea divisoria.

-H.Murakami - Crónica del pájaro que da cuerda al mundo-

El último día del año amanece nublado y con mucho viento. Ponerse las zapatillas es un intento de vencer la lógica del calor de la casa y enfrentarse al barro y al frío del día que trae la Noche Anciana. Me voy a buscar la línea. Una vez. La paso. Doy la vuelta. El viento corre más deprisa y la mueve con él. Se lleva la línea, me trae la entrada hacia Oz. Me dirijo a buscarla de nuevo ahora que la lluvia cae con fuerzas sobre el pueblo. Una vez, dos veces. El entrenamiento con agua vale por dos. Yo también lo creo, Javi. También creo en el Mago de Oz. En el camino de baldosas amarillas y en Dorothy. Creo en San Silvestre. Siempre he creído, aunque sea en solitario y no vaya a la misa del 31 desde hace años. Quizás al próximo. Creo en la noche de uvas y cava. Creo en la concepción cíclica de la vida, en la necesidad de destruir el mundo viejo y agotado para que vuelva a nacer, junto a los amigos de siempre y a la familia. Creo en la fiesta con los amigos, con cualquier excusa. Creo en el Boquerón. Y más desde el sábado. Que gustazo correr junto a Javi la primera tirada hacia Madrid. Que gusto la mañana fría de Avila, abriendo huella hacia lo alto del puerto que es el hogar dónde viven los sueños de Javi. Que gusto correr viendo la sierra del Zapatero nevada y Ávila en el horizonte, eterna, al igual que Atenas. Que gusto volver a correr sin callar durante noventa minutos como si aún siguiésemos la línea azul desde Maratón hasta los pies de la Acrópolis. Creo que seguiremos siguiendo esa línea azul mucho tiempo. Creo en Madrid, en Berlín, en Londres, en las dunas del desierto, en las torres de Manhattan, en la nieve del polo, en los desafíos de aquí y de allí. Creo, siempre que tenga al mejor amigo a mi lado. Ese entrenamiento no multiplica, divide, porque pasarlo tan bien no puede ser bueno. Creo en el camino de la estrella. En los Magos de Oriente. Creo que se puede viajar en el tiempo. Rodearse de sibilas, profetas, evangelistas, reyes magos, rabinos, pastores y viajar a la Edad Media, al siglo XII dónde se habla en latín y se baila al ritmo de un laud, de un órgano, una zanfona y flautas. Sobre todo si es a tu lado, y en el teatro de la Abadía, para terminar de la forma más mágica posible la semana 17, la primera que nos conducirá hasta la gran ciudad, aunque para ello tengamos que seguir el rastro de la estrella y nunca abandonar el camino de la blue-line. No hace falta decir que creo que disfrutaremos mucho del camino. La primera semana ya ha sido mágica.