viernes, 24 de septiembre de 2010

Correr sub 3h30 para ser campeón olímpico


Saint Louis 1904 - Thomas Hicks, ganador de la maratón olímpica


Este verano, a través del blog Carros de Fuego publicado en el diario AS por Ángel Cruz, podía leer la crónica de la carrera de maratón de los Juegos Olímpicos de Saint Louis en 1904. Una carrera que ha quedado para siempre como una de las competiciones más increíbles de la historia.
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En resumen, 32 participantes de los que sólo terminaron 14. Cuarenta kilómetros aproximadamente a través de siete duras colinas polvorientas bajo 32 grados y con un solo punto de avituallamiento.
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El resto de la historia lo componen corredores exhaustos tirados por los caminos y aventureros de lo más pintoresco convertidos en corredores. Atletas en pantalón largo y zapatos de calle, tramposos recorriendo kilómetros a bordo de un coche y llegando en primer lugar a la meta para hacerse fotos y recibir honores antes de descubrirse la verdad, un aventurero cubano que perdió todo su dinero durante el viaje a mano de unos tahúres, los primeros negros africanos que participaron en una olimpiada y que casi acaban devorados por enormes perros, y un ganador, el estadounidense de origen británico Thomas Hicks, quién acompañado por sus amigos desde un coche durante todo el recorrido terminó la carrera a base de huevos duros, brandy, estricnina y el agua del radiador del coche de sus amigos.
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Al finalizar, y después de recuperarse de un esfuerzo que a punto estuvo de costarle la vida, el ganador declaró que “era más difícil ganar una carrera así que ser presidente de los Estados Unidos”.
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Hicks se proclamó campeón olímpico de maratón con 3h28´53´´. El segundo llegó con 3h34 y el tercero se fue hasta 3h47.
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100 años después, sub 3h30 es un tiempo al alcance de muchos corredores populares que en 1904 serían campeones olímpicos con esa marca. Pero claro, ¿qué tal nos iría en una carrera así atravesando colinas durante una calurosa tarde de verano con unos duros zapatos y con el único refresco del agua del radiador del coche de nuestros amigos? Ahora son otros tiempos. Vivimos en la época de la profesionalización del corredor popular y cualquier corredor popular de ahora es más profesional que los amateur de entonces. Pero algo sigue igual, las condiciones son las que definirán una carrera haciéndola más o menos dura.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Personal trainer


Cassius Clay and Angelo Dundee
Clay gets his mouth playfully taped shut by trainer Angelo Dundee during the weigh-in before his March 1963 fight with Doug Jones in New York City.
Foto: LIFE


Un momento. No sigas por ahí. Sácatelo de la cabeza. No eres Gregorio Samsa. No acabas de despertar y todo es distinto. No ha cambiado todo tanto. Si, se que te has quedado un poco vacío sin el reto de la montaña después de mucho tiempo preparándolo, pero no sigas por ese camino. ¿Una carrera nueva? ¿Y de sólo diez kilómetros? De verdad, no creo que sea el momento. Y mucho menos entiendo que me hables ahora de ir a buscar marca. ¡Tú! Definitivamente se te ha ido la cabeza. Llevas meses acumulando, olvidándote de ritmos, del reloj, incluso de correr. ¿Qué saben tus piernas a estas alturas de series y ritmos altos? Te recuerdo tu poca afición a ir a muchas carreras. En lo que va de año, sólo dos medias maratones camino de Madrid y MAPOMA. Y bien, entiendo que si al final no vais a poder ir a la Pedriza no pase nada y esperéis una ocasión mejor, pero no entiendo que de repente busques un objetivo totalmente nuevo y distinto. Encima solo. Ya me dirás que ilusión te hace ir sin tu compañero. Tu mismo. En tres o cuatro semanas no te va a dar tiempo para afinar y buscar una marca ambiciosa. Deja ya de hablarme de Jack Daniels. Seguro que realmente él también piensa que es muy poco tiempo. Y como se te ocurre hablarme de mejor marca. Lo que me faltaba por oír. Sigue a lo tuyo. Sigue con tus estúpidos test, pero no creo que ahora haya ninguna necesidad de todo esto. Malditos corredores populares.

lunes, 20 de septiembre de 2010

La montaña puede esperar


Fotografía: LIFE

"Lo esencial no es escalar rápido, sino durante mucho tiempo."

Alex Lowe (1958-1999), considerado por Outside Magazine el mejor alpinista del mundo.

La montaña puede esperar. Seguirá ahí. Más allá de las afueras de la gran ciudad seguirá esperando a que vayamos a desafiarla e intentemos ascenderla lo más rápido posible. La montaña puede esperar.

Cuestión de mala suerte, pero al menos se van a poder minimizar las pérdidas. Cuestión de mala suerte en forma de lesión, en forma del gemelo de Javi que vuelve a romperse jugando al fútbol. Mucho ánimo amigo. Al menos vas a poder minimizar la pérdida y vais a disfrutar de París, que a un ritmo lento siempre se disfruta mucho más. La vie en rose, los meses irrepetibles que os (nos) esperan a la vuelta de la esquina.

Y tranquilo, la montaña nos puede esperar. No renunciaremos, sólo posponemos el debut, que muchos retos nos esperan y no tenemos prisa. Suspendemos misión de reconocimiento, pero pronto volveremos a pensar en aventuras en forma de carrera, en forma de aventura codo con codo. Siempre juntos, no puede ser de otra manera. Mucho ánimo, campeón. Muy pronto estarás de vuelta.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Circuito Oberón


Dentro de muchos planes de entrenamiento se pueden encontrar diversos circuitos destinados a trabajar la fuerza y la potencia. Uno de ellos, el circuito Oberón, recibe el nombre de la Escuela del Corredor Oberón XXI de Madrid, y precisamente va a ayudar a fortalecer músculos y tendones del corredor para preparar al organismo a soportar toda la carga que supondrá luego el plan de entrenamiento y ayudará a evitar lesiones y la aparición de pequeños dolores.

A menudo -en mi caso siempre- el corredor popular olvida una parte esencial del entrenamiento: el trabajo de refuerzo muscular, y unos entrenamientos basados sólo en la carrera acaban provocando desequilibrios musculares, sobrecargas y lesiones. Yo soy incapaz de acudir a un gimnasio, y enseguida, a lo largo de un plan, estas descompensaciones terminan aflorando, aunque a estas alturas uno ya sabe como sobrellevarlas.

Por suerte, no todo es gimnasio. Siempre queda poner atención en el trabajo de refuerzo de la zona abdominal y lumbar, ejercicios multisalto, escaleras y muchos ejercicios que nos ayudarán a trabajar la fuerza sin necesidad de acudir a un gimnasio. Eso si, reconozco que soy el primero que olvida todo esto, y que como lo que nos gusta es correr, pues eso es precisamente lo que hago.

Siempre estamos a tiempo, claro. Pero también es cierto que luego siempre cuesta encontrar tiempo libre y ganas… En mi caso llego a disfrutar mucho más con la práctica de otros deportes, y así la natación y la bicicleta siempre son un buen refuerzo y nos ayudan a trabajar aquellas zonas que en nuestro deporte quedan en un segundo plano y se trabajan menos, ayudándonos a evitar descompensaciones. Me encanta la piscina, y sobre todo la bicicleta, pero casi siempre es imposible encontrar más tiempo. Más quisiéramos nosotros.

Pues bien, como comenzaba, a menudo se citan distintos tipos de circuitos destinados al trabajo de la fuerza y la potencia. Estos circuitos se recomiendan especialmente para el principio de una temporada, o para las semanas previas a un plan, y nos ayudarán a preparar una buena base muscular que luego nos de garantías en la posterior carga de trabajo.

El circuito Oberón, por ejemplo, consiste en la realización de 9 ejercicios diferentes (abdominales, multisaltos, lumbares, flexiones, sentadillas…), dónde cada uno de los cuales irán precedidos de 100 metros a velocidad media y se acabará al final con otros 100 metros, que sumarán 1.000 en total, realizándose cada ejercicio sin recuperación desde el anterior, y lo más rápido posible. La revista Runner´s World, por ejemplo, aconseja este circuito al principio de temporada, durante los dos primeros meses, aconsejando realizarlo un día una sola vez durante la primera y la segunda semana, dos días dos veces durante las tercera, cuarta y quinta semanas, y dos días tres veces cada día durante las tres semanas siguientes.

En mi caso, repito que no soy un ejemplo de entrenamiento meticuloso, sólo hice este circuito alguna vez al iniciar la preparación para nuestra primera maratón. Ahora, con la carrera de montaña en el horizonte y el pequeño cambio en la forma de correr de estos meses, las descompensaciones musculares las estoy notando más, y he decidido añadir este circuito a las semanas que quedan por delante, en el intento de un fortalecimiento muscular que me de mayores garantías en el duro terreno que nos espera. Nunca es tarde. Ayer lo hice dos veces, con cada 100 metros entre ejercicios aprovechando una larga y dura cuesta. Antes, cinco kilómetros a ritmo alto, y después otros tres con recorrido ascendente. Fue cansado, pero lo cierto es que el cambio de rutina me hizo pasar un rato bastante divertido. Y es que, como ya he comentado otras veces, la montaña nos ha hecho cambiar el chip por un tiempo, y estas semanas estamos bastante más centrados en trabajar potencia, cuestas y carreras por el monte que no en acumular kilómetros a ritmo constante, series o ritmos tan vivos que nos acerquen a esos 4 minutos por kilómetro que esta ocasión no vamos a necesitar.

lunes, 13 de septiembre de 2010

¿Qué fue primero, la gallina o el huevo?


Debo de confesar que llevo mucho tiempo dándole vueltas a la montaña. Vueltas en términos mentales, me refiero. En esas estamos a estas alturas. Y es que nos vamos a enfrentar a algo que nos obliga a cambiar totalmente el chip. Se acabaron nuestros ritmos constantes en progresión, la velocidad “crucero” y el asfalto. Si, siempre hemos sentido predilección por las carreras duras, de enormes cuestas. Pero, aprendices de nuevos retos, lo que tenemos entre manos es totalmente distinto y, al menos, la situación obliga a ciertas reflexiones.

Reflexiones que deben de abarcar desde la definición propiamente dicha, hasta la técnica y la motivación. Comencemos por la definición, carrera de montaña. ¿Nos enfrentamos realmente a una carrera? No lo creo. Al menos no dentro de la idea que tenemos en cabeza. Más bien nos enfrentamos a un reto, a una pequeña aventura que nos sirva de debut en este mundillo, a una mañana de montaña con 20 kilómetros por delante. Y es que, correr, lo que es correr, también debemos matizarlo. Correremos lo que se pueda, andaremos el resto del tiempo, y treparemos o gatearemos cuando no haya otra opción. Siempre sin prisa y guardando fuerzas, sobre todo en los tramos más duros de subida y en las difíciles bajadas dónde debemos de ir con toda la precaución del que sólo quiere disfrutar de una mañana de montaña y del que quiere aprender algo de técnica para sucesivas escaramuzas.

Reflexiones al fin y al cabo que debemos de asumir, y que desde unas premisas básicas nos permitan plantearnos el resto, para desde ahí intentar abarcar el todo.

El todo es asumir que vamos a aprender, a disfrutar como siempre juntos de una dura jornada montañera por nuevos paisajes, que vamos a sufrir y que poco a poco vamos a disfrutar mucho.

Y dentro de todas estas reflexiones ya podemos comenzar a situar nuestra mentalización y nuestra preparación. Muchas cuestas, muchos senderos y muchos entrenamientos, a falta de montaña, saliéndonos del camino para correr campo a través. Ayer 22 duros kilómetros por la CdC abandonando todo refugio en forma de sendero y trepando de cerro en cerro por los lugares más inaccesibles, comprobando que las nuevas zapatillas me dan un agarre muy similar al de mis botas de montaña pero con mucha más ligereza. Total de dos horas dónde alternar caminar y correr. Y es que otra premisa, quizás la principal, es que no vamos a correr, es que debemos de repetirnos que ahora toca correr, andar, correr, andar.

El cross de la Pedriza nos espera cada vez más cerca, y entre medias seguiremos disfrutando de todo el tiempo que nos queda para terminar de prepararnos, que hay tiempo suficiente. Eso si, también con algunas preocupaciones, sobre todo en el aspecto muscular. Javi es mucho más fuerte, todo un roble, y creo que se va adaptar perfectamente. Yo creo que estoy demasiado flojo, demasiado fino. Años de runner descuidado, y totalmente descompensado han terminado de modelar este cuerpo enclenque que me ha tocado. Intento fortalecer abdominales y lumbares, que no paran de protestar a gritos, y los cuadriceps no están tan fuertes como para evitar que las rodillas se quejen. Haremos lo que pueda en estas tres semanas para fortalecer ambos puntos.

Mientras, seguiremos reflexionando en el cambio de chip, reflexionando sobre la montaña.

Siempre he amado la montaña. Seguramente más que a mis carreras, y eso da mucha motivación, pero también mucho respeto, que es lo que los años me han enseñado sobre ella. No debemos de olvidarlo, siempre es ella la que decide hasta dónde puedes llegar, y uno no debe de desafiarla más de la cuenta. Es demasiado grande, y bonita, como para perderla el respeto. Y es que en todas las marchas con mi grupo aprendí que la montaña se debe de disfrutar con calma, con cabeza. Sabemos que la experiencia será dura, pero nos acercamos a ella como aprendices dispuestos a disfrutar cada instante, como corredores que al fin y al cabo aman la montaña, las cumbres que hemos hecho y las que nos quedan por delante. Y es que, al fin y al cabo, ¿qué fue primero, el runner o el montañero?

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Tierras de Ítaca


Estadio de Olimpia - Noviembre 2009


«Soy Odiseo, el hijo de Laertes, el que está en boca de todos los hombres por toda clase de trampas, y mi fama llega hasta el cielo. Habito en Itaca, hermosa al atardecer. Hay en ella un monte, el Nérito de agitado follaje, muy sobresaliente, y a su alrededor hay muchas islas habitadas cercanas unas de otras, Duliquio y Same, y la poblada de bosques Zante. Itaca se recuesta sobre el mar con poca altura, la más remota hacia el Occidente, y las otras están más lejos hacia Eos y Helios. Es áspera, pero buena criadora de mozos.»

- La Odisea. Canto IX - Homero -


Redondeando. Sumando cien entradas desde que nos mudamos a las tierras de Ítaca.

martes, 7 de septiembre de 2010

Asics "Gabbana"


Feo, fuerte y formal

Creo que con estas no me van a dejar entrar en demasiadas discotecas. Ni siquiera en un congreso sobre últimos avances técnicos de trail.

Pero eso si, van directas a la montaña.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Fuera de pista


La Pedriza, situada en la vertiente sur de la Sierra de Guadarrama dentro del Parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares, bien hace honor a su nombre, y paraíso de escaladores, es el mayor conjunto granítico de Europa, formado por enormes riscos que apuntan al cielo, paredes rocosas de formas imposibles, agujas, cubos y piedras. Sobre todo piedras, con una cota máxima de 2.029 metros en los riscos conocidos como la Torres de La Pedriza. Pues en esas estamos, esperando nuestro debut en montaña.

De momento el verano va haciendo efecto, y las piernas ya comienzan a responder que están preparadas a medida que avanza el plan sin plan y, precisamente, esa falsa anarquía está siendo lo mejor. En las anteriores maratones disfrutamos mucho el seguir un plan durante 17 semanas, pero debo de reconocer que al final acabamos un poco agotados mentalmente por tener una agenda marcada, y aunque flexible, bastante establecida.

Ahora estamos dónde queríamos: varias ideas fijas, pero sin un guión diseñado. En el lado de las ideas, salir cuando podamos y nos apetezca, trabajar mucho las cuestas, salir fuera del asfalto todo lo posible, buscar los terrenos más escarpados que tengamos a mano y acostumbrarnos un poco a los cambios de ritmo de subidas-bajadas y romper ritmos con partes que, como luego durante la carrera, nos tocará andar. En el plano del guión, ajustar eso semana a semana, pero según nos pida el cuerpo, que el único objetivo de esto va a ser divertirnos todo lo que podamos, aprender y vivir una nueva experiencia, por si luego nos decidimos a crecer en este ámbito. En resumen, cambiar un poquito el chip de las maratones que tanto nos han enseñado a seguir un ritmo constante, sin pausas, y cambiar asfalto por montaña.

Entre medias, todo el verano, y la posibilidad de más tiempo libre y mejor temperatura y más horas de luz para disfrutar el campo. Entre medias, la posibilidad de hacer más deporte, con más natación que nunca y volviendo a coger la bicicleta para una salida de algo más de 60 kilómetros con un par de puertecillos. Y entre medias, como siempre, correr. Muchas ganas de correr en plena naturaleza.

Así, poco a poco el cuerpo ha ido cogiendo el tono, y ya está en muy buena forma. Aunque aún queda mucho por afinar. Ayer, tirada larga de dos horas fuera de pista inventando caminos por dónde sólo corren las liebres. Y las cabras. Aunque a estas últimas no las vi.

Pero también quedan bastantes anotaciones en el debe. Por una parte, las zapatillas de trail se me están resistiendo, aunque confío en tenerlas para principios de la semana que viene. Por otro lado, sigo sin poner atención en fortalecer abdominales y lumbares, y ya no puedo dejarlo más si no quiero tener que parar por los problemillas de espalda, y además sigo sin hacer ejercicios de fortalecimiento de cuadriceps y demás, que ayer, a pesar de no ser una bajada muy larga, la falta de camino enseguida me recordó como duelen las rodillas cuando se carga tanto. Por último, sigo pensando que necesitamos una salida conjunta a la montaña, pero ahí la agenda y los líos son los que mandan.

Seguiremos aprendiendo, que nos queda muchísimo. Pero estoy disfrutando mucho con todos estos días fuera de pista, y el haber hecho desde siempre tanta montaña y ahora poder unirlo con la carrera me tiene loco. Mientras, seguiremos aprendiendo, seguiremos disfrutando.

jueves, 2 de septiembre de 2010

MARinero en tierra

- Puerto de Celeiro (Viveiro) -

"Navigare necesse est, vivere non est necesse"


MarinerO eN TierrA. montaÑero de Agua dulce. aprendiz de bucanero.

Dicen que la tumba de los marineros es muy grande. Grande y azul. Así que no tengas miedo ahora, no mires abajo, sigue en busca de la montaña perdida. Gira. Gira. Y no dejes de subir, no olvides que navegar es necesario.

Poco a poco el cuerpo va aprendiendo de nuevo a correr. Creo que nunca lo olvidó, que las piernas claro que tienen memoria. Aunque con esta singladura, ¿quién necesita ritmos? ¿quién necesita reloj?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Earth and moon


Earth and Moon from MESSENGER
Credit: NASA/JHU APL/CIW

Explanation: What does Earth look like from the planet Mercury? The robotic spacecraft MESSENGER found out as it looked toward the Earth during its closest approach to the Sun about three months ago. The Earth and Moon are visible as the double spot on the lower left of the above image. Now MESSENGER was not at Mercury when it took the above image, but at a location from which the view would be similar. From Mercury, both the Earth and its comparatively large moon will always appear as small circles of reflected sunlight and will never show a crescent phase. MESSENGER has zipped right by Mercury three times since being launched in 2004, and is scheduled to enter orbit around the innermost planet in March of 2011.
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Esperar a que anochezca y ver Venus en el horizonte. Esperar a que el sol termine de apagarse. Disfrutar una noche de verano en plena meseta castellana con Júpiter dominando el cielo.

Tumbarse en el prado y mirar hacia arriba, como si no mirases nada, pero sabiendo que lo que tienes delante es todo el universo, todo lo que está ahí fuera, como si en ese preciso momento, sin moverte del suelo, estuvieses más fuera que dentro. Sentir vértigo. Saber que en ningún sitio se ven las estrellas como se ven en una noche de verano en los prados del pueblo. Recordar de nuevo las líneas de Delibes, “también a mi me dan miedo las estrellas y todas esas cosas que no se abarcan o no se acaban nunca"

Ahora, frente a la pantalla del ordenador nos vemos como se nos ve desde Mercurio. A simple vista parece el cielo que vemos cada noche. Pero no, es el cielo visto desde uno de los puntos que desde aquí vemos fuera. Sólo somos una luz más encendida en el firmamento.

Siempre se nos olvida que estamos más fuera que dentro, o que ni siquiera sabemos dónde estamos.