martes, 9 de noviembre de 2010

Noches de Blues y Flamenco





Candela - Raimundo Amador
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Las mejores noches, noches de blues y flamenco

viernes, 5 de noviembre de 2010

Unas zapatillas, una tarde como tantas otras



Noche sobre Kastraki, Meteora.
Foto: Meteora silhouette

Unas zapatillas, una tarde como tantas otras, los árboles del parque. Volver al origen. Unas zapatillas, una tarde como tantas otras, los árboles del parque. M, como una de tantas tardes se calza sus zapatillas y deja atrás las calles del barrio para entrar al parque por la puerta de Alcalá, como uno de tantos días. Los mismos árboles de siempre, las mismas sombras, los pocos transeúntes que pasean entre las hojas caídas una noche de entre semana de mediados de otoño. M no entendería la gran ciudad sin esas noches de otoño e invierno en el Retiro.

Madrid, a través de los árboles del parque se va camuflando poco a poco. Unas zapatillas, una tarde como tantas otras, M corre por los caminos más oscuros entre palacios de cristal, pero la ciudad va transformándose. Los árboles desparecen, el camino de tierra se convierte en una carretera asfaltada, y bajo el camuflaje de la noche el Retiro ya no es el Retiro, sino una carretera empinada que bajo las montañas de Meteora serpentea entre monasterios a la salida de Kastraki en una noche de otoño. Unas zapatillas, una tarde como tantas otras, y M regresa al mismo punto. A ese punto en el tiempo corriendo con J bajo las estrellas por Meteora días antes de maratón. Al olor de las brasas de las tabernas de Kastraki y una cena griega bajo los monasterios. Al punto de esos días paseando por las Termópilas, por Delfos, por Micenas, por Olimpia, soñando atardeceres en cabo Sunion, atravesando las carreteras de Grecia en un coche alquilado, con la mejor de las compañías, soñando con maratón. El Retiro, en silencio, se desnuda, y los árboles del parque ya no esconden más árboles detrás. Ahora se ve el mar, y a dos días de maratón las zapatillas corren por el Pireo estirando las piernas para la batalla.

Unas zapatillas, una tarde como tantas otras, y el mismo punto de siempre detenido en el tiempo. Ese punto bajo la lluvia corriendo desde las llanuras de maratón hasta Atenas, hasta el estadio olímpico. El maratón clásico, la mayor satisfacción de muchos años de corredor.

El parque queda atrás de nuevo, y el sonido del tráfico por Recoletos poco a poco vuelve a la realidad a la gran ciudad, pero al tiempo que M corre de regreso a casa no deja de disfrutar de esos recuerdos de lo vivido hace justo un año, de esos recuerdos que ya siempre serán parte de sus tardes, de esas tardes como tantas otras.

martes, 2 de noviembre de 2010

Mi nombre es M


Mi nombre es M. Vivo en el centro de la gran ciudad y lo cierto es que no se por dónde comenzar mi historia de los últimos días, de unos últimos días que han parecido simples horas. Quizás deba de remontarme a esa tarde de lunes de hace cuatro semanas, justo un día después de decidir dejar las zapatillas en la ventana del cuarto de baño pensando en desconectar y unas largas vacaciones.
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Tarde de lunes. El tedio de las horas en el sofá, los Rolling Stones y las pocas ganas de hacer nada, hasta que el timbre martilleó el resto de la casa y las habitaciones vacías. Hola. Mi nombre es M, y se que me estaban esperando. Lamento el retraso. Que curioso, pienso, yo soy M. Pero dejo pasar al extraño. Al fin y al cabo debíamos de estar esperando su llegada, pese a que ahora mismo no lo recuerdo. No se, hoy no es mi mejor tarde, así que no tengo ganas de discutir y le dejo pasar. Pase, póngase cómodo. Su habitación está al fondo del pasillo. Y vuelvo al tedio del sofá y al ritmo de sus satánicas majestades.
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M no trae mucho equipaje. Sólo una vieja funda de saxofón y una gastada maleta llena de libros y apuntes, y como si desde siempre conociese la casa se instala en cuestión de momentos.
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Las tardes de otoño van desnudando las calles de la ciudad, y los días pasan entre mucho trabajo y todos los preparativos de la espera de la llegada del gran satélite a nuestro pequeño planeta, pero para eso quedan aún semanas.
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En casa, M ha dejado de ser un extraño. Ninguno sabemos que hace aquí, no lo esperábamos, pero su compañía es agradable y enseguida nos habituamos a su presencia. Es curiosa la casualidad, yo me llamo M y ahora, nuestro nuevo y desconocido inquilino también dice llamarse M.
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Pronto se apodera de todo. Sus apuntes, sus libros. El sonido de su saxo hace olvidar al mío. En realidad le dedica muchas más horas que yo. Y pronto M parece estar en su propia casa. Una casa que se me hace más pequeña. M es un impostor. ¿Quién es realmente?. Pero ¿y si él es realmente M? ¿Y si yo soy el impostor? Tal vez él sea el auténtico M, tal vez siempre lo haya sido. Y en ese caso, ¿quién soy yo? ¿Por qué intento implantarle?. La casa se hace más y más pequeña. Necesito salir. El espejo me devuelve la imagen de un rostro desconocido oculto bajo la barba de tres días. ¿Quién es M?. Necesito salir. Recuerdo las viejas zapatillas. Abro las ventanas y las rescato de la noche. Me visto y salgo corriendo de la casa dejando detrás la puerta abierta y tras ella a M.
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Las calles vuelven a latir debajo de las zancadas. La ciudad vuelve a respirar al ritmo de las piernas que quieren correr más y más deprisa. El parque se abre. Detrás el vacío, delante la nada. Poco a poco la barba va desapareciendo y sigo corriendo entre los árboles de siempre, entre los transeúntes de siempre, cada vez más deprisa, cada vez más deprisa, hasta parar de nuevo frente a casa con esa sensación de felicidad de siempre.
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Veo abrirse la puerta. M sale y se despide agitando el brazo. Hasta pronto. Te dejo mis apuntes. Los necesitarás si vas a empezar estos días tus estudios de doctorado. Debo marcharme. Pronto llegará C minúscula y el pequeño satélite invadirá vuestro planeta. Bajo la fina lluvia y el cansancio la respiración acelerada no me deja hablar y levanto el brazo con un simple hasta luego. El cristal de un coche me devuelve el rostro de M, el mismo rostro de siempre.
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Bajo el agua de la ducha las piernas vuelven a doler. Como cada tarde, como cada día en los que me recuerdan que soy corredor, y que aunque con otro ritmo, sin ninguna pretensión, las vacaciones han terminado.

jueves, 7 de octubre de 2010

¿Dónde está todo el mundo?







Soledad interestelar. Excepción cósmica. Wish you were here. Y los últimos estudios que no se cansan en indicarnos que no estamos solos, o que al menos las probabilidades estadísticas de que seamos los únicos son prácticamente nulas, como indica el descubrimiento del mundo de Zarmina por el astrónomo Steven Vogt, quién alega que el 20% de las estrellas pueden tener planetas habitables. Si nos guiamos por sus cálculos, sólo en nuestra galaxia, la Vía Lactea, puede haber 40.000 millones de mundos habitables. El mundo de Zarmina quizás, cualquiera de los miles de millones de mundos posibles.

Aquí, nuestro pequeño planeta sigue girando. Cada vez más rápido y al tiempo cada vez más despacio. En la órbita de todo lo que queda por llegar y las últimas semanas de espera. Rápido, rápido.

Y por otra parte cada vez más lento. Despacio, despacio. Cada día con los caminos repletos de otoño y las ganas de correr cada vez más despacio. Falsa alarma. La ausencia de montaña nos dejó vacíos, y el propósito de buscar menos distancia y más rápido no resultó ser motivante. La sensación de siempre de que la batalla contra el tiempo no me motiva lo suficiente, y que el objetivo de esa barrera de cuarenta minutos no es suficiente para convertir el salir a correr en entrenar un poco más.

El otoño abraza la gran ciudad recordándonos que pronto el invierno lo invadirá todo. Recordándonos el otoño pasado, cuando bajo la lluvia corríamos desde algún lugar llamado maratón hacia el estadio olímpico de Atenas. Recordándonos la pasada primavera jugando con la nieve en el desierto en el MAPOMA del que nos habían hablado desde niños.

El otoño abraza la gran ciudad y nos deja en el justo momento en que queremos seguir recuperando la lesión de Javi, en el que queremos seguir corriendo por correr, por sentir el aire libre y el camino que se abre ante nosotros, sin más prisas, sin más objetivos, sin más pretensiones que correr como forma de vida pero centrándonos en otras cosas, disfrutando de más tiempo para otros mundos pendientes de descubrir.

En definitiva recorriendo el camino de runner a jogger (en inglés se entiende mejor) que tantas y tantas veces he recorrido en un sentido o en otro, y que al fin y al cabo forma parte de este pequeño mundo desde que lo conozco.

El pequeño mundo seguirá girando. Quizás por un tiempo algo más alejado de la órbita de Itaca. Quizás no. Siempre esperando los nuevos mundos que volverán hacernos recorrer el camino en sentido inverso cuando el próximo verano llame a nuestra puerta. Siempre soñando con que ahí fuera hay muchos más mundos posibles, muchos más planetas similares al mundo de Zarmina.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Correr sub 3h30 para ser campeón olímpico


Saint Louis 1904 - Thomas Hicks, ganador de la maratón olímpica


Este verano, a través del blog Carros de Fuego publicado en el diario AS por Ángel Cruz, podía leer la crónica de la carrera de maratón de los Juegos Olímpicos de Saint Louis en 1904. Una carrera que ha quedado para siempre como una de las competiciones más increíbles de la historia.
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En resumen, 32 participantes de los que sólo terminaron 14. Cuarenta kilómetros aproximadamente a través de siete duras colinas polvorientas bajo 32 grados y con un solo punto de avituallamiento.
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El resto de la historia lo componen corredores exhaustos tirados por los caminos y aventureros de lo más pintoresco convertidos en corredores. Atletas en pantalón largo y zapatos de calle, tramposos recorriendo kilómetros a bordo de un coche y llegando en primer lugar a la meta para hacerse fotos y recibir honores antes de descubrirse la verdad, un aventurero cubano que perdió todo su dinero durante el viaje a mano de unos tahúres, los primeros negros africanos que participaron en una olimpiada y que casi acaban devorados por enormes perros, y un ganador, el estadounidense de origen británico Thomas Hicks, quién acompañado por sus amigos desde un coche durante todo el recorrido terminó la carrera a base de huevos duros, brandy, estricnina y el agua del radiador del coche de sus amigos.
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Al finalizar, y después de recuperarse de un esfuerzo que a punto estuvo de costarle la vida, el ganador declaró que “era más difícil ganar una carrera así que ser presidente de los Estados Unidos”.
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Hicks se proclamó campeón olímpico de maratón con 3h28´53´´. El segundo llegó con 3h34 y el tercero se fue hasta 3h47.
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100 años después, sub 3h30 es un tiempo al alcance de muchos corredores populares que en 1904 serían campeones olímpicos con esa marca. Pero claro, ¿qué tal nos iría en una carrera así atravesando colinas durante una calurosa tarde de verano con unos duros zapatos y con el único refresco del agua del radiador del coche de nuestros amigos? Ahora son otros tiempos. Vivimos en la época de la profesionalización del corredor popular y cualquier corredor popular de ahora es más profesional que los amateur de entonces. Pero algo sigue igual, las condiciones son las que definirán una carrera haciéndola más o menos dura.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Personal trainer


Cassius Clay and Angelo Dundee
Clay gets his mouth playfully taped shut by trainer Angelo Dundee during the weigh-in before his March 1963 fight with Doug Jones in New York City.
Foto: LIFE


Un momento. No sigas por ahí. Sácatelo de la cabeza. No eres Gregorio Samsa. No acabas de despertar y todo es distinto. No ha cambiado todo tanto. Si, se que te has quedado un poco vacío sin el reto de la montaña después de mucho tiempo preparándolo, pero no sigas por ese camino. ¿Una carrera nueva? ¿Y de sólo diez kilómetros? De verdad, no creo que sea el momento. Y mucho menos entiendo que me hables ahora de ir a buscar marca. ¡Tú! Definitivamente se te ha ido la cabeza. Llevas meses acumulando, olvidándote de ritmos, del reloj, incluso de correr. ¿Qué saben tus piernas a estas alturas de series y ritmos altos? Te recuerdo tu poca afición a ir a muchas carreras. En lo que va de año, sólo dos medias maratones camino de Madrid y MAPOMA. Y bien, entiendo que si al final no vais a poder ir a la Pedriza no pase nada y esperéis una ocasión mejor, pero no entiendo que de repente busques un objetivo totalmente nuevo y distinto. Encima solo. Ya me dirás que ilusión te hace ir sin tu compañero. Tu mismo. En tres o cuatro semanas no te va a dar tiempo para afinar y buscar una marca ambiciosa. Deja ya de hablarme de Jack Daniels. Seguro que realmente él también piensa que es muy poco tiempo. Y como se te ocurre hablarme de mejor marca. Lo que me faltaba por oír. Sigue a lo tuyo. Sigue con tus estúpidos test, pero no creo que ahora haya ninguna necesidad de todo esto. Malditos corredores populares.

lunes, 20 de septiembre de 2010

La montaña puede esperar


Fotografía: LIFE

"Lo esencial no es escalar rápido, sino durante mucho tiempo."

Alex Lowe (1958-1999), considerado por Outside Magazine el mejor alpinista del mundo.

La montaña puede esperar. Seguirá ahí. Más allá de las afueras de la gran ciudad seguirá esperando a que vayamos a desafiarla e intentemos ascenderla lo más rápido posible. La montaña puede esperar.

Cuestión de mala suerte, pero al menos se van a poder minimizar las pérdidas. Cuestión de mala suerte en forma de lesión, en forma del gemelo de Javi que vuelve a romperse jugando al fútbol. Mucho ánimo amigo. Al menos vas a poder minimizar la pérdida y vais a disfrutar de París, que a un ritmo lento siempre se disfruta mucho más. La vie en rose, los meses irrepetibles que os (nos) esperan a la vuelta de la esquina.

Y tranquilo, la montaña nos puede esperar. No renunciaremos, sólo posponemos el debut, que muchos retos nos esperan y no tenemos prisa. Suspendemos misión de reconocimiento, pero pronto volveremos a pensar en aventuras en forma de carrera, en forma de aventura codo con codo. Siempre juntos, no puede ser de otra manera. Mucho ánimo, campeón. Muy pronto estarás de vuelta.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Circuito Oberón


Dentro de muchos planes de entrenamiento se pueden encontrar diversos circuitos destinados a trabajar la fuerza y la potencia. Uno de ellos, el circuito Oberón, recibe el nombre de la Escuela del Corredor Oberón XXI de Madrid, y precisamente va a ayudar a fortalecer músculos y tendones del corredor para preparar al organismo a soportar toda la carga que supondrá luego el plan de entrenamiento y ayudará a evitar lesiones y la aparición de pequeños dolores.

A menudo -en mi caso siempre- el corredor popular olvida una parte esencial del entrenamiento: el trabajo de refuerzo muscular, y unos entrenamientos basados sólo en la carrera acaban provocando desequilibrios musculares, sobrecargas y lesiones. Yo soy incapaz de acudir a un gimnasio, y enseguida, a lo largo de un plan, estas descompensaciones terminan aflorando, aunque a estas alturas uno ya sabe como sobrellevarlas.

Por suerte, no todo es gimnasio. Siempre queda poner atención en el trabajo de refuerzo de la zona abdominal y lumbar, ejercicios multisalto, escaleras y muchos ejercicios que nos ayudarán a trabajar la fuerza sin necesidad de acudir a un gimnasio. Eso si, reconozco que soy el primero que olvida todo esto, y que como lo que nos gusta es correr, pues eso es precisamente lo que hago.

Siempre estamos a tiempo, claro. Pero también es cierto que luego siempre cuesta encontrar tiempo libre y ganas… En mi caso llego a disfrutar mucho más con la práctica de otros deportes, y así la natación y la bicicleta siempre son un buen refuerzo y nos ayudan a trabajar aquellas zonas que en nuestro deporte quedan en un segundo plano y se trabajan menos, ayudándonos a evitar descompensaciones. Me encanta la piscina, y sobre todo la bicicleta, pero casi siempre es imposible encontrar más tiempo. Más quisiéramos nosotros.

Pues bien, como comenzaba, a menudo se citan distintos tipos de circuitos destinados al trabajo de la fuerza y la potencia. Estos circuitos se recomiendan especialmente para el principio de una temporada, o para las semanas previas a un plan, y nos ayudarán a preparar una buena base muscular que luego nos de garantías en la posterior carga de trabajo.

El circuito Oberón, por ejemplo, consiste en la realización de 9 ejercicios diferentes (abdominales, multisaltos, lumbares, flexiones, sentadillas…), dónde cada uno de los cuales irán precedidos de 100 metros a velocidad media y se acabará al final con otros 100 metros, que sumarán 1.000 en total, realizándose cada ejercicio sin recuperación desde el anterior, y lo más rápido posible. La revista Runner´s World, por ejemplo, aconseja este circuito al principio de temporada, durante los dos primeros meses, aconsejando realizarlo un día una sola vez durante la primera y la segunda semana, dos días dos veces durante las tercera, cuarta y quinta semanas, y dos días tres veces cada día durante las tres semanas siguientes.

En mi caso, repito que no soy un ejemplo de entrenamiento meticuloso, sólo hice este circuito alguna vez al iniciar la preparación para nuestra primera maratón. Ahora, con la carrera de montaña en el horizonte y el pequeño cambio en la forma de correr de estos meses, las descompensaciones musculares las estoy notando más, y he decidido añadir este circuito a las semanas que quedan por delante, en el intento de un fortalecimiento muscular que me de mayores garantías en el duro terreno que nos espera. Nunca es tarde. Ayer lo hice dos veces, con cada 100 metros entre ejercicios aprovechando una larga y dura cuesta. Antes, cinco kilómetros a ritmo alto, y después otros tres con recorrido ascendente. Fue cansado, pero lo cierto es que el cambio de rutina me hizo pasar un rato bastante divertido. Y es que, como ya he comentado otras veces, la montaña nos ha hecho cambiar el chip por un tiempo, y estas semanas estamos bastante más centrados en trabajar potencia, cuestas y carreras por el monte que no en acumular kilómetros a ritmo constante, series o ritmos tan vivos que nos acerquen a esos 4 minutos por kilómetro que esta ocasión no vamos a necesitar.

lunes, 13 de septiembre de 2010

¿Qué fue primero, la gallina o el huevo?


Debo de confesar que llevo mucho tiempo dándole vueltas a la montaña. Vueltas en términos mentales, me refiero. En esas estamos a estas alturas. Y es que nos vamos a enfrentar a algo que nos obliga a cambiar totalmente el chip. Se acabaron nuestros ritmos constantes en progresión, la velocidad “crucero” y el asfalto. Si, siempre hemos sentido predilección por las carreras duras, de enormes cuestas. Pero, aprendices de nuevos retos, lo que tenemos entre manos es totalmente distinto y, al menos, la situación obliga a ciertas reflexiones.

Reflexiones que deben de abarcar desde la definición propiamente dicha, hasta la técnica y la motivación. Comencemos por la definición, carrera de montaña. ¿Nos enfrentamos realmente a una carrera? No lo creo. Al menos no dentro de la idea que tenemos en cabeza. Más bien nos enfrentamos a un reto, a una pequeña aventura que nos sirva de debut en este mundillo, a una mañana de montaña con 20 kilómetros por delante. Y es que, correr, lo que es correr, también debemos matizarlo. Correremos lo que se pueda, andaremos el resto del tiempo, y treparemos o gatearemos cuando no haya otra opción. Siempre sin prisa y guardando fuerzas, sobre todo en los tramos más duros de subida y en las difíciles bajadas dónde debemos de ir con toda la precaución del que sólo quiere disfrutar de una mañana de montaña y del que quiere aprender algo de técnica para sucesivas escaramuzas.

Reflexiones al fin y al cabo que debemos de asumir, y que desde unas premisas básicas nos permitan plantearnos el resto, para desde ahí intentar abarcar el todo.

El todo es asumir que vamos a aprender, a disfrutar como siempre juntos de una dura jornada montañera por nuevos paisajes, que vamos a sufrir y que poco a poco vamos a disfrutar mucho.

Y dentro de todas estas reflexiones ya podemos comenzar a situar nuestra mentalización y nuestra preparación. Muchas cuestas, muchos senderos y muchos entrenamientos, a falta de montaña, saliéndonos del camino para correr campo a través. Ayer 22 duros kilómetros por la CdC abandonando todo refugio en forma de sendero y trepando de cerro en cerro por los lugares más inaccesibles, comprobando que las nuevas zapatillas me dan un agarre muy similar al de mis botas de montaña pero con mucha más ligereza. Total de dos horas dónde alternar caminar y correr. Y es que otra premisa, quizás la principal, es que no vamos a correr, es que debemos de repetirnos que ahora toca correr, andar, correr, andar.

El cross de la Pedriza nos espera cada vez más cerca, y entre medias seguiremos disfrutando de todo el tiempo que nos queda para terminar de prepararnos, que hay tiempo suficiente. Eso si, también con algunas preocupaciones, sobre todo en el aspecto muscular. Javi es mucho más fuerte, todo un roble, y creo que se va adaptar perfectamente. Yo creo que estoy demasiado flojo, demasiado fino. Años de runner descuidado, y totalmente descompensado han terminado de modelar este cuerpo enclenque que me ha tocado. Intento fortalecer abdominales y lumbares, que no paran de protestar a gritos, y los cuadriceps no están tan fuertes como para evitar que las rodillas se quejen. Haremos lo que pueda en estas tres semanas para fortalecer ambos puntos.

Mientras, seguiremos reflexionando en el cambio de chip, reflexionando sobre la montaña.

Siempre he amado la montaña. Seguramente más que a mis carreras, y eso da mucha motivación, pero también mucho respeto, que es lo que los años me han enseñado sobre ella. No debemos de olvidarlo, siempre es ella la que decide hasta dónde puedes llegar, y uno no debe de desafiarla más de la cuenta. Es demasiado grande, y bonita, como para perderla el respeto. Y es que en todas las marchas con mi grupo aprendí que la montaña se debe de disfrutar con calma, con cabeza. Sabemos que la experiencia será dura, pero nos acercamos a ella como aprendices dispuestos a disfrutar cada instante, como corredores que al fin y al cabo aman la montaña, las cumbres que hemos hecho y las que nos quedan por delante. Y es que, al fin y al cabo, ¿qué fue primero, el runner o el montañero?

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Tierras de Ítaca


Estadio de Olimpia - Noviembre 2009


«Soy Odiseo, el hijo de Laertes, el que está en boca de todos los hombres por toda clase de trampas, y mi fama llega hasta el cielo. Habito en Itaca, hermosa al atardecer. Hay en ella un monte, el Nérito de agitado follaje, muy sobresaliente, y a su alrededor hay muchas islas habitadas cercanas unas de otras, Duliquio y Same, y la poblada de bosques Zante. Itaca se recuesta sobre el mar con poca altura, la más remota hacia el Occidente, y las otras están más lejos hacia Eos y Helios. Es áspera, pero buena criadora de mozos.»

- La Odisea. Canto IX - Homero -


Redondeando. Sumando cien entradas desde que nos mudamos a las tierras de Ítaca.

martes, 7 de septiembre de 2010

Asics "Gabbana"


Feo, fuerte y formal

Creo que con estas no me van a dejar entrar en demasiadas discotecas. Ni siquiera en un congreso sobre últimos avances técnicos de trail.

Pero eso si, van directas a la montaña.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Fuera de pista


La Pedriza, situada en la vertiente sur de la Sierra de Guadarrama dentro del Parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares, bien hace honor a su nombre, y paraíso de escaladores, es el mayor conjunto granítico de Europa, formado por enormes riscos que apuntan al cielo, paredes rocosas de formas imposibles, agujas, cubos y piedras. Sobre todo piedras, con una cota máxima de 2.029 metros en los riscos conocidos como la Torres de La Pedriza. Pues en esas estamos, esperando nuestro debut en montaña.

De momento el verano va haciendo efecto, y las piernas ya comienzan a responder que están preparadas a medida que avanza el plan sin plan y, precisamente, esa falsa anarquía está siendo lo mejor. En las anteriores maratones disfrutamos mucho el seguir un plan durante 17 semanas, pero debo de reconocer que al final acabamos un poco agotados mentalmente por tener una agenda marcada, y aunque flexible, bastante establecida.

Ahora estamos dónde queríamos: varias ideas fijas, pero sin un guión diseñado. En el lado de las ideas, salir cuando podamos y nos apetezca, trabajar mucho las cuestas, salir fuera del asfalto todo lo posible, buscar los terrenos más escarpados que tengamos a mano y acostumbrarnos un poco a los cambios de ritmo de subidas-bajadas y romper ritmos con partes que, como luego durante la carrera, nos tocará andar. En el plano del guión, ajustar eso semana a semana, pero según nos pida el cuerpo, que el único objetivo de esto va a ser divertirnos todo lo que podamos, aprender y vivir una nueva experiencia, por si luego nos decidimos a crecer en este ámbito. En resumen, cambiar un poquito el chip de las maratones que tanto nos han enseñado a seguir un ritmo constante, sin pausas, y cambiar asfalto por montaña.

Entre medias, todo el verano, y la posibilidad de más tiempo libre y mejor temperatura y más horas de luz para disfrutar el campo. Entre medias, la posibilidad de hacer más deporte, con más natación que nunca y volviendo a coger la bicicleta para una salida de algo más de 60 kilómetros con un par de puertecillos. Y entre medias, como siempre, correr. Muchas ganas de correr en plena naturaleza.

Así, poco a poco el cuerpo ha ido cogiendo el tono, y ya está en muy buena forma. Aunque aún queda mucho por afinar. Ayer, tirada larga de dos horas fuera de pista inventando caminos por dónde sólo corren las liebres. Y las cabras. Aunque a estas últimas no las vi.

Pero también quedan bastantes anotaciones en el debe. Por una parte, las zapatillas de trail se me están resistiendo, aunque confío en tenerlas para principios de la semana que viene. Por otro lado, sigo sin poner atención en fortalecer abdominales y lumbares, y ya no puedo dejarlo más si no quiero tener que parar por los problemillas de espalda, y además sigo sin hacer ejercicios de fortalecimiento de cuadriceps y demás, que ayer, a pesar de no ser una bajada muy larga, la falta de camino enseguida me recordó como duelen las rodillas cuando se carga tanto. Por último, sigo pensando que necesitamos una salida conjunta a la montaña, pero ahí la agenda y los líos son los que mandan.

Seguiremos aprendiendo, que nos queda muchísimo. Pero estoy disfrutando mucho con todos estos días fuera de pista, y el haber hecho desde siempre tanta montaña y ahora poder unirlo con la carrera me tiene loco. Mientras, seguiremos aprendiendo, seguiremos disfrutando.

jueves, 2 de septiembre de 2010

MARinero en tierra

- Puerto de Celeiro (Viveiro) -

"Navigare necesse est, vivere non est necesse"


MarinerO eN TierrA. montaÑero de Agua dulce. aprendiz de bucanero.

Dicen que la tumba de los marineros es muy grande. Grande y azul. Así que no tengas miedo ahora, no mires abajo, sigue en busca de la montaña perdida. Gira. Gira. Y no dejes de subir, no olvides que navegar es necesario.

Poco a poco el cuerpo va aprendiendo de nuevo a correr. Creo que nunca lo olvidó, que las piernas claro que tienen memoria. Aunque con esta singladura, ¿quién necesita ritmos? ¿quién necesita reloj?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Earth and moon


Earth and Moon from MESSENGER
Credit: NASA/JHU APL/CIW

Explanation: What does Earth look like from the planet Mercury? The robotic spacecraft MESSENGER found out as it looked toward the Earth during its closest approach to the Sun about three months ago. The Earth and Moon are visible as the double spot on the lower left of the above image. Now MESSENGER was not at Mercury when it took the above image, but at a location from which the view would be similar. From Mercury, both the Earth and its comparatively large moon will always appear as small circles of reflected sunlight and will never show a crescent phase. MESSENGER has zipped right by Mercury three times since being launched in 2004, and is scheduled to enter orbit around the innermost planet in March of 2011.
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Esperar a que anochezca y ver Venus en el horizonte. Esperar a que el sol termine de apagarse. Disfrutar una noche de verano en plena meseta castellana con Júpiter dominando el cielo.

Tumbarse en el prado y mirar hacia arriba, como si no mirases nada, pero sabiendo que lo que tienes delante es todo el universo, todo lo que está ahí fuera, como si en ese preciso momento, sin moverte del suelo, estuvieses más fuera que dentro. Sentir vértigo. Saber que en ningún sitio se ven las estrellas como se ven en una noche de verano en los prados del pueblo. Recordar de nuevo las líneas de Delibes, “también a mi me dan miedo las estrellas y todas esas cosas que no se abarcan o no se acaban nunca"

Ahora, frente a la pantalla del ordenador nos vemos como se nos ve desde Mercurio. A simple vista parece el cielo que vemos cada noche. Pero no, es el cielo visto desde uno de los puntos que desde aquí vemos fuera. Sólo somos una luz más encendida en el firmamento.

Siempre se nos olvida que estamos más fuera que dentro, o que ni siquiera sabemos dónde estamos.

martes, 31 de agosto de 2010

Al norte del norte


Vuelve la mirada,
y dime, ¿Qué ves?
Eres el boxeador,
entrenando en la playa,
lanzando ganchos, de izquierda,
al aire...
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El boxeador - Enrique Bunbury

viernes, 13 de agosto de 2010

Cuaderno de bitácora



Viernes 13 de Agosto. Posición 40° 25′13 N 3° 42′21 O. Rumbo 43º 38' 53N - 7º 35' 24 O. Presión atmosférica 1018 mb. Vientos (NNE) 20 Km/h. Por fin el viento del norte ha desplazado el calor y los vientos del sur, y el verano parece dar un respiro. Cielo parcialmente cubierto. Buenas condiciones para zarpar.

Levamos anclas y abandonamos la urbe que estos días parece estar en un constante estado de letargo. La nave errante continúa su travesía rumbo norte atravesando los mares de Castilla. Las perseidas traen la huida de Madrid durante dos semanas. San Blas se celebra este año en Noviembre, y para entonces esperaremos llegar hasta Navidades. Destino el norte del norte, buscando descanso junto a la ría de Viveiro. Luego continuaremos la singladura y recalaremos en los campos de Pajares, en plena meseta castellana. Probablemente allí no lleguen las postales. Probablemente allí el tiempo nos pille de vacaciones. Mientras, seguiremos navegando, buscando como marineros de postín un lugar dónde los vientos soplen y nos ayuden a seguir disfrutando de nuestro querido viaje real en el espacio-tiempo. Hasta la vuelta.

lunes, 9 de agosto de 2010

He vuelto....HEMOS VUELTO!!!

Como bien dices compañero:
"Ya nos estamos viendo por esas montañas"


Hoy será una fecha recordada en nuestra pequeña, pero intensa historia, de nuestra aventura atlética. Hoy la segunda parte del equipo ha empezado sus entrenamientos para el siguiente objetivo, Miguel, la otra parte ya lleva tiempo entrenando. Pasamos de la carreras en linea a las carreras de montaña, una aventura que teníamos ganas de afrontar. Sabíamos que iba a llegar, al igual que llegaran otros retos. Yo tengo en mente uno de triatlón.....


Ha sido raro el comienzo, pero ya lo echaba de menos. En apenas 200 metros de carrera, ya me sentía de nuevo corredor. He vuelto a mi circuito, ese camino tiene su encanto para mi. Desde aproximadamente el 22 de Abril, no volvía por allí. El descanso me ha venido bien, me hacia falta desconectar un poco de la rutina de las carreras y de los entrenamientos, pero hoy me he dado cuenta que no quiero estar mas tiempo parado. Mientras corro pienso (hoy algo menos porque iba bastante agotado), me desentiendo de todo y me siento libre.


Ya estoy deseando que llegue mañana y repetir. Poco a poco iré cogiendo la forma. Pero como siempre las ganas y la ilusion ya las tenemos por las nubes.

Hoy han sido 53 mins de un primer contacto con las sensaciones de correr. Me ha costado llegar, pero he llegado casi tan contento como cualquier carrera. No hay nada que nos pueda parar, vuelvo a sentirme afortunado de poder seguir corriendo. 10.04 kilometros a 11.4km/h.

Me encanta esta foto, dice tanto.... Pronto lo repetiremos.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Soñando montañas

Las pasiones humanas son un misterio: quienes se dejan arrastrar por ellas no pueden explicárselas y quienes no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay seres humanos que se juegan la vida por subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, pueden explicarse realmente por qué…

La historia interminable, Michael Ende
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La Pedriza desde la cumbre del Yelmo. Al fondo las cumbres de Navacerrada.

Vista de la Pedriza, con el Yelmo a la derecha.

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El camino se torna de piedra. Se oculta y comienza a señalar hacia el cielo. Más allá del tiempo. Más cerca del viento, del silencio. No se si es el momento oportuno, pero sentimos que el momento ya ha llegado. En dos meses comenzaremos a escalar. Cambiaremos asfalto por sendero. Correr a ritmo por subir, por bajar, por unirnos y seguir corriendo juntos. Pero ahora formando parte de la misma cordada. A largo plazo el Gran Trail de Peñalara se ve como horizonte para dentro de unos años, pero antes nos toca aprender mucho, recorrer mucho camino y seguir avanzando poco a poco.

Tras las dos maratones en asfalto, y antes de 2011, nos vamos a la montaña en otoño para hacer un parénteis y cambiar rutinas. Hay mucho que aprender, y que mejor manera que con una prueba tan exigente, tan ilusionante. Veinte kilómetros. 2.500 metros de desnivel acumulado a través de la Pedriza posterior y anterior. Dos meses para el objetivo.

Comenzamos de cero. Pero con el equipo, por muchísimas razones, más ilusionado que nunca. Tan unido como siempre.





Perfil Cross de la Pedriza, 3 de Octubre de 2010

Mapa Cross de la Pedriza, 3 de Octubre de 2010

lunes, 2 de agosto de 2010

Campeonato de Europa. Barcelona 2010


Arturo Casado. Campeón Europa 1.500 m.

Chema Martínez. Subcampeón Europa Maratón.


Nuria Fernández. Campeona Europa 1.500 m. (Fotos: El País)


Realmente no se de dónde me viene el quedarme hipnotizado viendo una pista de tartán por la televisión. Aunque sólo sea un rato, aunque nunca haya tiempo y sólo puedas ver algunas finales. Seguramente es porque desde siempre correr ha sido de mis aficiones favoritas. Allí corren los más rápidos. Allí saltan los que llegan más alto, más lejos. Lanzan los más fuertes. Y así, verano tras verano, me encantan los juegos olímpicos, los mundiales, los europeos. Y por orden, las carreras, como no. Y los lanzamientos, aunque eso me cueste explicármelo un poco más. Sobre todo el peso y el disco. Quizás sea desde aquella final de peso en las ruinas de Olimpia durante Atenas 2004. Quizás porque el lanzamiento de disco siempre me ha parecido una disciplina preciosa, dificilísima, genial. No lo sé. Pero siempre me ha encantado ver estas citas atléticas dónde año tras año se juntan los mejores. Aunque claro, una olimpiada es una olimpiada, y nada como eso. Pero este año tocaban europeos, y además en Montjuic. Y ha sido una gran semana de competición.

Dicen que los grandes arrancan en la última curva. A doscientos metros de la meta, en el punto de los campeones. Asestan el golpe definitivo y vuelan sobre el tartán en la última recta final. Ahí, en ese punto, en el mismo dónde tantas otras veces parecía haberse atascado, este año si, el corredor con más clase desplegó todo su estilo, toda su elegancia. La mirada hacia el frente, la pista azul, las rodillas hacia el cielo. Incontestable. Por fin, desde que apuntara todo el futuro como junior de oro, desde que sorprendiera con un quinto puesto en los Mundiales de Helsinki, desde que lo ví la primera vez y me impresionó verle correr con esa zancada tan elegante, al fin Arturo Casado es campeón de Europa de 1.500 metros. Por detrás, el veloz final de Manuel Olmedo le daba el bronce. Reyes Estévez, el incombustible, el que jamás se ha escondido, cuarto.

También dicen que los campeones están hechos de otra pasta. No lo parece escuchando hablar a Nuria Fernández. La más sencilla entre todos los campeones, la más natural. La más fuerte. La de más fe. La que nos regaló ayer un alegrón demostrando que la fe, la lucha y el trabajo pueden llevar a alguien hasta lo más alto. Emocionante. Es campeona de Europa. Por detrás, Natalia Rodríguez, bronce. Impresionante el 1.500 español.

En otro orden debo confesar que siempre he admirado muchísimo a Chema Martínez. Siempre se le ha acusado de ser demasiado mediático, de preocuparse más por eventos publicitarios y ganarse la fama ante la cámara de televisión. No lo creo. Cuando lo veo correr siempre pienso que pase lo que pase jamás se va a ahorrar un esfuerzo, que luchará hasta el final. En ocasiones con menos cabeza quizás de lo necesario, pero nunca dejará de luchar. Y viéndole entrenar y vivir, lo veo más como un eremita que como un divo, aunque también. Además, creo que hace muy bien. Que nuestro atletismo merece mucha más atención, por lo que cuanta más publicidad, cuantos más eventos ante las cámaras, mejor para todos. Al menos se hablará algo de atletismo. Ayer fue emocionante verle subcampeón de Europa de maratón. Grande. Detrás de un suizo impresionante. España campeona por equipos, con unos enormes Pablo Villalobos quinto y Rafa Iglesias sexto. Y Chema a lo suyo, jugando con la mascota, aplaudiendo a la gente. Dando su show. Grande Chema. Bravo.

Marta Domínguez siempre será nuestra mejor atleta. Que carácter. Subcampeona de Europa. Campeona del Mundo. Poco se puede añadir. El veterano Blanco, uno de nuestros locos de los obstáculos (que carrera más difícil, que carrera más bonita) medalla de bronce. Y Jesús España, detrás del incuestionable Mo Farah (campeón de 10.000 y 5.000) subcampeón de Europa, como siempre sin hacer ruido, sin grandes titulares, demostrando cita tras cita que es uno de los más grandes.

Fuera de las medallas, y del debate de siempre de si son muchas o pocas, impresionante la sorpresa de Eusebio Cáceres (18 años, tercera mejor marca de la historia de España) con 8,27 en la calificación de longitud recién llegado de ser subcampeón junior. Con ese salto en la final hubiese sido plata. Tiempo al tiempo. Y paciencia.

Del resto me quedo con el de todos los titulares, con el francés, con el joven Lemaitre que sigue asombrando. Campeón en 100, 200 y 4x100. Exhibiendo una fuerza tremenda a sus veinte años. Impresionante lo mal que trazó la curva en el 200 y como arrasó en la recta con una fuerza descomunal. El viernes, 6 de Agosto, ya está anunciada la carrera del año en Estocolmo dentro de la Diamond League. Allí estarán Usain Bolt, Tyson Gay (sólo ha corrido dos veces con Bolt) y Asafa Powell. Esperemos que Lemaitre también. Tras el europeo, el viernes hay una gran cita. Para no perdérselo.






viernes, 30 de julio de 2010

El viejo corsario


El piano de Bill Evans viste la casa durante la hora de la siesta, mientras el ventilador da vueltas y la trompeta de Miles acuna la habitación. La gran ciudad ya es prácticamente un desierto. El verano se ha llevado las rutinas, ha comenzado a cerrar las tiendas y los bares del barrio, y ante tal panorama los habitantes huyen deseando encontrar otros desiertos, otros arenales.

Vamos a cruzar el desierto. Durante el camino de cada mañana hasta el trabajo, durante el regreso. Durante la huida del fin de semana. Atrapados por el calor y por el escenario. Abre los ojos. Abre los ojos. Al menos hasta que lleguen las vacaciones dentro de quince días.

Llega agosto, y decididamente vanos a comenzar a soñar con montañas. No se si llegaremos hasta la luna, pero si hasta lo más alto que podamos. Buena semana para dejar el descanso. Al final el cuerpo y la cabeza lo exigieron y cogí tres semanas sin zapatillas. Costó, pero había que dejar ir al buen estado de forma. Mejor así, el año que comenzó en julio del verano pasado ha sido muy exigente, y aún queremos apurar un poco más el tiempo antes de la llegada de Candela con algún objetivo motivante para el comienzo del otoño.

Los entendidos hablan de macro-ciclos, de mini-ciclos… El macro está cerrado hasta que para finales de 2011 busquemos un gran objetivo. Entre medias abriremos muchos minis. Los que podamos, que no sólo es correr.

Las vacaciones siguen vaciando la ciudad, y todo parece caer en esa relajación y falta de actividad propia de los días más calurosos del verano. Buena semana para retomar las carreras. Buena semana para recordar que más allá del desierto están las montañas esperando y que en un par de meses estaremos montando nuestro propio campamento base. Buena semana para recordar todo lo que nos gusta correr por correr.

lunes, 19 de julio de 2010

El curioso caso del hombre blanco que demostró que se podía correr más rápido


Asafa Powell, Cristophe Lemaitre y Usain Bolt, el viernes en Saint Dennis.

Ahora que el calor vacía las ciudades y arrastra a sus habitantes a playas y lugares de descanso mientras futbolistas, políticos y otros ocupantes de primeras páginas se van de vacaciones, algunos deportes minoritarios aprovechan la época estival para asaltar las portadas deportivas, mientras que las noches corren a cuenta de música y grandes festivales veraniegos.

Como cada mes de julio, la hora de la siesta suena a tour de Francia, y estos días podemos disfrutar de ese duelo de pistoleros entre Schleck y Contador. Y además, este año sin olimpiadas ni mundiales de atletismo, según avanza el calor se acerca una de las grandes citas del verano, los Europeos de Atletismo que se celebran en Barcelona desde el lunes 26 de julio con el mítico estadio olímpico de Montjuic a la espera.

Y es que estos días, el mundo del atletismo anda revolucionado. Por primera vez en la historia un hombre blanco ha conseguido bajar de 10 segundos en los 100 metros.

Christophe Lemaitre, francés de nacimiento y blanquito como la leche no sabe los que es criarse a ritmo reggae en las playas de Jamaica ni sentir la presión desde universitario de la importancia de triunfar en unos trails americanos. Ni siquiera, al mirarse en el espejo encontrará un cuerpo negro de desarrollado tren superior que le recuerde su profesión de velocista. Lemaitre es todo lo contrario. Un europeo blanco, alto (1´89) y espigado, tímido, de aspecto mucho más frágil. Pero un blanco que ha conseguido toda una hazaña, bajar de 10 segundos los 100 metros y correr en 9´98s el pasado 9 de julio durante los campeonatos nacionales franceses. Y dicen que aún así lo suyo son los 200 metros, dónde ya acredita 20,16s.

La gesta no es pequeña. Hasta ahora 72 personas han bajado de la barrera de los 10 segundos. 71 de ellos negros. Todos, hasta la aparición de Lemaitre. Lo que sin necesidad de muchos conocimientos de genética se puede traducir rápidamente como una hazaña histórica.

En las fotos, como en la de arriba de la carrera este viernes en Saint Dennis, dónde sólo pudo ser quinto, Lemaitre aún parece insignificante junto a Bolt o Powell, pero ya se ha ganado el derecho a estar ahí, y diversos estudios tratan de explicar la barrera que acaba de romper.

Leía el otro día al entrenador de Tyson Gay decir que “Bolt dio 41 zancadas para correr los 100 metros en 9,58 segundos, a 4,2 zancadas por segundo, mientras que Gay, que tiene las piernas más cortas, necesitó 44 zancadas para correr en 9,69 segundos, 4,5 por segundo. Visto esto, ¿quién es más rápido?”. En otro orden, esta mañana leía que el francés cubre 2,43m por paso, lo que supone 1,28 veces su estatura. Esta proporción supera las de Bolt (1,23), Powell (1,21) y Gay (1,24). Además, el francés tiene mucho margen de mejora, comenzando por la velocidad de salida y el hecho de que tiene sólo 20 años.

En los europeos de Barcelona tendrá en Dwain Chambers, británico y negro, su principal rival. Eso puede ser asequible. Codearse son los Bolt, Powell y Gay ya es otra cosa, pues ellos corren en otro planeta. Pero la hazaña está ahí, y será interesante seguir la evolución de este joven francés.

Además, este fin de semana se han celebrado en Avilés los Campeonatos de España de Atletismo al aire libre, dónde hemos podido ver a los que formarán parte de nuestra selección en los próximos europeos.

Impresionante la prueba de 5.000 metros masculinos. Jesús España (campeón europeo) se impuso a Alemayehu Bezabeh (campeón europeo de cross y plusmarquista español por debajo de 13 minutos) y a Sergio Sánchez (subcampeón mundial indoor), demostrando el potentísimo equipo español para esta prueba. También dignos de mención los 1.500 masculinos, con atletas fuera del podium del nivel de Higuero, Diego Ruiz, Alvaro Fernández y Alvaro Rodríguez. Por encima de todos ellos un gran Manuel Olmedo, campeón de España tras pasarse de los 800 a los 1.500, seguido de Arturo Casado y el incombustible Reyes Estévez. Los tres presumiblemente formarán el equipo español para una de nuestras pruebas reinas y aspiran a todo.

En Avilés también hemos visto proclamarse campeones de España al resto de líderes de nuestra selección: Natalia Rodríguez en 1.500 femenino, Mayte Martínez ganando por primera vez en 400 metros, Ruth Beitia ganadora en altura atreviéndose a intentar el record de España. Beatriz Pascual mejor marca española en 10.000 metros marcha. Gran nivel en los 10.000 marcha masculinos con el jovencísimo Miguel Ángel López, ganador por delante de José Ignacio Díaz y Juan Manuel Molina. José Luis Blanco campeón de 3.000 obstáculos, Mario Pestano en disco, Javier Cienfuegos en lanzamiento de martillo y Kevin López en 800 metros fueron otros de los destacados.

A todos ellos se les unirá la gran Marta Domínguez. El equipo de 10.000 masculino con Ayed Landassen y Javier Castillejo, y el equipo de nuestro querido maratón con corredores tan carismáticos como Chema Martínez (octavo en el mundial del año pasado), José Ríos (2h07:42), Rafael Iglesias (2h10:44), Ignacio Cáceres (2h12:40), Pablo Villalobos (2h13:13) y Javier Díaz (2h13:37).

El miércoles la lista definitiva de una selección que esperemos nos de muchos éxitos. Mientras, un velocista blanco digno de estudio y una apasionante semana de Pirineos en el Tour.

miércoles, 14 de julio de 2010

La mirada no envejece


Charly Gaul, Col du Vasson, 1955


Marco Pantani, Col du Galibier, 1998
Camino de su primer jersey amarillo


Charly Gaul con Federico Martín Bahamontes, Tour de France 1959

Andy Schleck con Alberto Contador, Col de la Madeleine, 2010



La mirada no envejece. Charly Gaul saltaba sobre su bicicleta, volaba hasta lo alto de las montañas como el que camina sobre el vacío sin red, sin miedo. Como Pantani más de cuarenta años después. Finales de los años cincuenta. Los dos mejores escaladores de la época se asociaban, se la jugaban mano a mano. Un castellano y un luxemburgués. 1959 ó 2010. La historia se repite. Sin miedo a los kilómetros que quedan por venir, sin esperar a las últimas rampas. Como antes. El tiempo es cíclico. Y en ocasiones el tour nos regala una etapa de otro tiempo. La mirada no envejece.



Compañías para una tarde de verano:

El prado de las estrellas – Mario Camus, 2007

El ciclista, Tim Krabbe (Los Libros del Lince, 2010)

Cumbres de Leyenda, Carlos Arribas y Segi López-Egea (RBA Editores, 2005
)

miércoles, 7 de julio de 2010

Big Bang


ESA - Primera fotografía de todo el Universo (Telecopio Planck)


Big-Bang: El resplador desvanecido del origen de los mundos
Georges Lameitre

Estos calurosos días del mes de julio, Planck, el potente telescopio de la Agencia Europea del Espacio, manda las primeras fotografías completas del espacio, y con ellas, físicos y astrónomos se empeñan en explicarnos la teoría del big-bang, la explosión que pudo originar todo y que en forma de radicación aún ocupa todo el universo junto al mismo espacio que creó y que hoy nos alberga.

Dicen que las estrellas nacen y mueren. Que en una masa de polvo y gas habitan las grandes nebulosas, y que entre ellas se aprecia la radiación de la gran explosión que dio lugar al principio. Razonamientos tan profundos se me escapan, me vienen grandes, e incluso como les ocurría al Mochuelo y al Moñigo de Delibes me llenan de una especie de miedo cósmico. “También a mi me dan miedo las estrellas y todas esas cosas que no se abarcan o no se acaban nunca". Pero me fascinan. Para mí el universo exterior es eso tan grande dónde nuestro pequeño planeta flota dentro de su órbita rodeado de estrellas y planetas, es eso que siempre me ha resultado tan sugerente, tan evocador, tan inabarcable. Es eso que en las noches de verano, en los prados de mi pueblo se ve mejor que con cualquier telescopio.

¿Dónde comienza el universo y dónde termina? Vaya usted a saber. Bastante tenemos, si no sabemos siquiera dónde están las fronteras de nuestro propio y pequeño planeta.
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Seguramente escriba todo este sin sentido sólo para disimular los nervios por el partido de esta noche. Semifinales de la Copa del Mundo. ¿Recuerdas que desde Querétaro soñabas con algo así? Seguramente escriba todo esto porque lo único que quiero decir es que a largo plazo se que los límites de nuestro pequeño planeta estarán en una noche en vela entre montañas corriendo 110 kilómetros tras los pasos de los valientes que este fin de semana han comenzado la aventura.

jueves, 1 de julio de 2010

Velocidad


Tyson Gay - Campeón del Mundo 100 y 200 m lisos (Osaka 2007)


Estas mañanas, a caballo entre Junio y Julio, están raras. El calor comienza a notarse, y las dichosas huelgas de metro han llenado las calles de Madrid de atascos, autobuses abarrotados y peatones que invaden las aceras camino del trabajo.

Además de muchos más caminantes, estas mañanas he visto muchas más bicicletas de lo habitual. Quizás no fuese mal momento para plantearse un modelo de ciudad más sostenible. Pero bueno, la idea que tengo de bici-medio de transporte es esta ciudad parece más una utopía que una posibilidad.

Yo, por suerte, cada mañana camino hasta el trabajo. Veinte minutos de paseo que me dan para caminar, no pensar, pensar, escuchar música o leer el periódico, dependiendo como se tercie la mañana.

Pues bien, en esas venía hoy ojeando el periódico cuando me encuentro en la contraportada con una entrevista a Tyson Gay, campeón del mundo de 100 y 200 metros en 2007. "De hecho, creo que mi cuerpo es más débil que mi alma: mi motor genera una velocidad que mis músculos no soportan. Corro más rápido de lo que mi cuerpo admite", señala el velocista, quién se muestra obsesionado por el record del mundo, por conseguir una gran marca por encima de ganar campeonatos y grandes carreras.

Me quedo pensando, mientra camino, en la velocidad. En las marcas. Me encantan esos días en los que uno – aprendiz de corredor popular – sale a correr a tope, o a sentir el viento en la cara en unas series cortas y explosivas. Pero por encima de esa descarga de adrenalina debo de reconocer que lo que más me gusta es la larga distancia. Elegir un extenso recorrido, salir a un rodaje largo y disfrutar simplemente del paso de los kilómetros sintiéndome corredor de fondo y olvidándome (en parte) del reloj que marca cada minuto, cada segundo.

De hecho, las dos veces que más recuerdo haber disfrutado corriendo son las dos maratones que hemos corrido. En Atenas, el desafío de estar corriendo más de cuarenta y dos kilómetros lo era todo. La satisfacción de seguir kilómetro tras kilómetro, sin pensar más allá, me llenó del todo. E igual sensación tuve en MAPOMA. Fluir a través de los kilómetros. Recorrer el asfalto en una batalla contra la distancia por encima del reloj. Y ese fluir es el que me hace realmente feliz.

Las carreras de 10.000 se me quedan demasiado cortas. E igual me ocurre con las medias. Si, las disfruto. Pero no de la misma manera.

Por supuesto todos somos competitivos y en la cabeza siempre está buscar “buenas” marcas. Correr los 10.000 por debajo de 40 minutos. La media por debajo de 1h28. Acercarnos a las 3h en Maratón. Todos creo que son objetivos dentro de nuestras posibilidades ahora mismo. Pero al contrario que Tyson Gay, esos pequeños “records” personales no me atraen tanto, no me dan la suficiente motivación.

Me siento más maratoniano. Simplemente. Más amante de la larga distancia que el menor tiempo. Me siento más cerca de correr más lejos en lugar de más rápido. Pero para todo habrá tiempo, y en un futuro espero que los años nos llevarán cada vez más lejos. Ahora no es mal momento para seguir disfrutando de nuestras distancias e intentar ir más rápido. Aunque yo, lo quiero, es realmente llegar más lejos.

miércoles, 30 de junio de 2010

Sobrevivir a ritmo de blues

Puedes no tener queja de nada. Todo lo contrario. Puedes estar feliz y tener aún resaca por la victoria de tu equipo. Puedes oler ya a verano, a copa del Mundo y a tardes de julio y tour de Francia. Pero en ocasiones una mañana las cosas se complican y sólo quieres que el día termine. Hasta que un buen blues te vuelve a dar ritmo y todo vuelve a su cauce.

Que bien me ha venido esta mañana pasearme por la otra orilla sin salir de la oficina.

(Dejo aquí el original, aunque hoy me quedo con la versión de Miguel en la otra orilla)






En el planeta todo sigue girando. El verano trae un pequeño plan improvisado de cuatro días más improvisados aún para comenzar a recuperar forma y en breve buscarnos un objetivo para la época de la vendimia.

Mientras, seguiremos girando. Acumulando kilómetros. Compartiendo pasiones. Gritando con “la Roja” y deseando que lleguen ya las vacaciones.

lunes, 28 de junio de 2010

El viento del Norte


Playa de los Locos, Suances. 27/06/2010


Los surferos presumen de amar el viento. De perseguir olas y disfrutar ese instante que saben que no va a volver, de coger esa ola que no volverá a repetirse. Y así, aman el mar, su forma de vida, y sobre todas las cosas aman ese instante de soledad dónde sólo están ellos junto al viento y el mar.

Y precisamente, en el Norte, día tras día, los vientos suelen azotar la Playa de los Locos.

A espaldas de la playa de la Concha, entre los acantilados de el Dichoso y punta Sopico, la pequeña playa de los Locos, que llega casi a desparecer al subir la marea, vive entre las olas que no necesitan mucho mar y cuyo tubo le ha dado a la playa el derecho de ser reconocida como una de las cunas del surf en la cornisa Cantábrica y en España.

Y allí, en Suances, atrapados en unas vistas sobre el mar, hemos pasado este fin de semana dónde no perseguíamos vientos. Ni olas. Sólo unas pequeñas vacaciones en el Norte y unos días de reunión del equipo para disfrutar del fin de semana y conocer la guarida en la que Javi y Mónica se refugian en vacaciones.

La mañana en el Cantábrico se levanta bajo la niebla que esconde el mar, que abre los montes verdes que recorremos zancada a zancada. La carretera serpentea entre maizales, entre el ganado que se despereza una mañana de sábado, entre el verde sobre el que se divisa un mar pintado de gris por la niebla, al tiempo que el asfalto nos abre el amanecer a través de los kilómetros que volvemos a correr juntos.

Y así es un placer correr. Y más con el recorrido tan bonito que tenía preparado Javi.

De Suances a Tagle. Hasta el siguiente pueblo, y subir el alto de Ubiarco. Subir y bajar. Subir y bajar en un recorrido exigente pero precioso entre lomas junto al mar. Hasta llegar a la pequeña ciudad medieval de Santillana del Mar, continuar por el interior a Barreda y de vuelta a Suances, dónde, más de veinte kilómetros después, el mar ya es azul y el viento trae a la playa a surferos y amantes de las cometas.

El fin de semana ha sido muy tranquilo. Sin viento. Con un tiempo excelente para los amantes de la playa. Nosotros hemos disfrutado muchísimo gracias a los anfitriones que han estado en todo. Hemos reído tanto como siempre. Hemos sufrido con nuestra querida “Roja” y hemos gritado juntos. Hemos paseado y sobre todo, hemos desconectado.

Nos hemos dado un buen homenaje, y hemos vuelto a correr juntos. Aunque estuviéramos en peor estado de lo normal y el amanecer nos pillara en la cama con la pereza que suelen traer las vacaciones. Hemos vuelto a correr juntos disfrutando del mar y el verde que echaremos de menos cuando en la próxima etapa recorramos en Agosto los campos de Castilla, cuando entre pinares y girasoles recordemos que nosotros también amamos el viento y esos instantes que pasan para no volver.


jueves, 24 de junio de 2010

¿Cuánto dura el verano?

Playa A Concheira - Baiona (15/09/09)


Pajares de Adaja (11/07/2009)


Obligaremos al futuro a volver otra vez

Juan Gelman - Sucederá (Mundar)

Vivir así.
Como quien mira sin preocupaciones
y sabe
que a un día monótono
le sucede otro inolvidable.

José Antonio Padilla - No hay otra forma de vivir

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El equipo se muda para reunirse de vacaciones hasta el lunes.

Carrera en dos actos

ACTO PRIMERO

(Suances. Fin de semana junto al mar) Javi ya espera con su recorrido de algo más de 20 kilómetros. Mariscada confirmada.

ACTO SEGUNDO

(Pajares de Adaja. Castilla. Tierra de campos). Agosto. Próxima convocatoria. 20 kilómetros desde nuestro pequeño pueblo hasta Arévalo. Próximo anuncio del recorrido. Cochinillo en espera.
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Carrera en dos actos. Verano en las noches de los próximos tres meses.

miércoles, 23 de junio de 2010

La travesía del desierto


La travesía del desierto - Miquel Barceló (1988)

Yahveh dijo a Moisés: "Mira, yo haré llover sobre vosotros pan del cielo; el pueblo saldrá a recoger cada día la porción diaria; así le pondré a prueba para ver si anda o no según mi ley."

Antiguo Testamento Éxodo, 16.4
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Definitivamente necesito un plan, un guión. Lo que sea. Algo a lo que agarrarme y seguir un cierto orden, porque correr por correr no me reporta más que dejarme llevar por las ganas y salir cada tarde a correr como si fuera el último día. Y eso no está del todo bien, por mucho que me encante correr de esa manera.

Por alguna extraña razón no se lo que significa rodar tranquilo. ¿Easy run? Soy incapaz. Ya sea un día que toquen más o menos kilómetros no se lo que significa reservar, ir tranquilo, controlar las pulsaciones. De hecho, hasta hace un mes nunca me había medido el ritmo cardiaco.

Debo confesar que no se correr sin ir a tope. Si salgo para diez kilómetros pues salgo a tope. Si salgo para veinte pues salgo a tope. Incapaz de controlarme.

Eso es algo que se de siempre. Pero ahora que el pulsómetro me lo recuerda tarde a tarde pienso en ello un poco más. Sea mayor o menor la distancia a recorrer siempre corro por ritmos. Por los mayores ritmos que puedo llevar… Y se que eso no está bien, que los rodajes a pulsaciones bajas son necesarios y todo eso, pero soy totalmente incapaz de controlarme.

Este mes de Julio a ver si soy capaz de ir a hacerme una prueba de esfuerzo. Que llevo años diciéndolo y al final siempre queda pendiente. Eso si. Seguro que me dicen que estoy mal entrenado, que no soy capaz de mantener pulsaciones bajas… Que se le va a hacer. Llevo toda la vida corriendo igual.

Necesito un plan. Algo que me organice un poco.

Ayer, como tantos otros días tocó improvisar. De repente tenía un hueco libre, me puse las zapatillas y a correr. Eran las seis de la tarde y el desierto de Madrid se derretía bajo el sol. Una hora demasiado temprana ahora que ha llegado el verano. Improvisación: haría unos trece kilómetros dando una vuelta por la Casa de Campo. Mucho calor. Demasiado. Imposible mantener los ritmos habituales y tras 10 kilómetros y un sentimiento de asfixia generalizado, me tuve que parar un poco y desistir de subir del tirón todo el parque del Oeste de vuelta a casa, que aún no estoy acostumbrado a temperaturas tan altas. Un descanso y a correr los 3 kilómetros que me quedaban.

Al llegar a Moncloa, junto al intercambiador, una marca de zumos daba vasos gratis. Lo más parecido a un oasis, al maná caído del cielo. “Te hemos venido bien, ¿eh?” me dijo el chico al coger un vaso. No se podía imaginar hasta que punto.

lunes, 21 de junio de 2010

La vida en la cancha

Fotografía: Ernesto Valverde - El País "Un sueño Mundial"

El tipo puede cambiar de todo, de cara, de casa de familia, de novia, de religión, de Dios, pero hay una cosa que no puede cambiar: no puede cambiar de pasión.

-El secreto de sus ojos-


El planeta sigue girando. Corriendo por correr. Por mantener la forma, por seguir probando nuevos ritmos y nuevos tipos de entrenamiento para cuando sean necesarios. Corriendo por correr, por disfrutar la Casa de Campo una tarde de domingo, un atardecer de entresemana perdido entre árboles y la soledad de la gran ciudad silenciosa de fondo. Corriendo por correr, por seguir viviendo dentro de la cancha.

Eso es lo que me realmente me gusta. Correr. Sentirme libre. Burn to run. Y disfrutar de los kilómetros y el paisaje del que uno forma parte mientras avanza y explora nuevos caminos.

Nuestros planes de entrenamiento siempre han sido demasiado escuetos. Cuatro días a la semana, sólo con el número de minutos establecidos de antemano. Sin series, sin ritmos "prefijados", sólo por sensaciones mezclando cambios de ritmo, cuestas y nuevos paisajes, ya que después de tanto tiempo creo que nos conocemos bastante bien. Eso no va a cambiar. Pero ahora el garmin me está aportando mucha más información. Por las noches, Jack Daniels me va enseñando nuevos (o viejos) conceptos, pues al fin y al cabo nuestros entrenamientos basados en el sentido común tienen muchísimo que ver con lo que propone el libro, sólo que ahí se expresan en tiempos y en ritmos de paso. Ahora nos podemos llamar VDOT 52. Ó 53. Pero al fin y al cabo seguiremos diseñando nuestros propios planes de entrenamiento adaptados por nosotros a nosotros, con nuestros errores y nuestros aciertos. Mucho más los segundos, que lo que nos gusta es simplemente correr. Y al fin y al cabo, aún en ciudades distintas, seguiremos corriendo juntos.

El planeta sigue girando. Ahora un poco más redondo. Como ese balón de fútbol con el que muchos hemos soñado desde pequeños.