miércoles, 31 de marzo de 2010

Explorando Ítaca

Gracias Carlos por esas lecciones de geografía. Tu blog es de las mejores referencias posibles para ampliar nuestros mapas de Ítaca. Al final no me resisto a tomarte prestado el video.






El duro invierno parece haber abandonado ya las tierras de Ítaca. Poco a poco las noches van menguando y la primavera anticipa más horas de sol. Las primeras golondrinas comienzan a visitarnos, y antes de que nos demos cuenta Junio se instalará en nuestro calendario y los vencejos volverán a recorrer el cielo azul.
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Después de la época de nieves cada día encendemos menos la chimenea y el final de la estación del frío hace que podamos dar paseos más largos por los alrededores de casa. Es la época de observar el campo, de ver las primeras flores y empezar a preparar nuestra tierra para la cosecha de este año. Comenzamos a explorar Ítaca y a descubrir nuevos horizontes. Más allá del valle las montañas nos esperan. Al otro lado, allí dónde poca gente se ha atrevido a viajar, la arena del desierto y el hielo de los glaciares nos acechan. Pero poco a poco vamos cartografiando Ítaca y estableciendo coordenadas a nuestro alrededor.
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Cada vez lo tengo más claro. De mayor quiero correr contra la distancia, olvidando el tiempo, luchando contra nosotros mismos, contra nuestros límites. Se que algún día correremos por el desierto, que acabaremos Des Sables. Se que subiremos montañas, que escalaremos hasta dónde no haya nada más arriba. Se que seremos felices soñando con los sueños que aún nos quedan por cumplir.

(All the things that I´ve Done)

martes, 30 de marzo de 2010

El mundo gira (off topic)

"Le gustaba al Mochuelo sentir sobre sí la quietud serena y reposada del valle, contemplar el conglomerado de prados, divididos en parcelas, y salpicados de caseríos dispersos. Y, de vez en cuando, las manchas oscuras y espesas de los bosques de castaños o la tonalidad clara y mate de las aglomeraciones de eucaliptos. A lo lejos, por todas partes, las montañas, que, según la estación y el clima, alteraban su contextura, pasando de una extraña ingravidez vegetal a una solidez densa, mineral y plomiza en los días oscuros.

Al Mochuelo le agradaba aquello más que nada, quizá, también, porque no conocía otra cosa. Le agradaba constatar el paralizado estupor de los campos y el verdor frenético del valle y las rachas de ruido y velocidad que la civilización enviaba de cuando en cuando, con una exactitud casi cronométrica.

Muchas tardes, ante la inmovilidad y el silencio de la Naturaleza, perdían el sentido del tiempo y la noche se les echaba encima. La bóveda del firmamento iba poblándose de estrellas y Roque, el Moñigo, se sobrecogía bajo una especie de pánico astral. Era en estos casos, de noche y lejos del mundo, cuando a Roque, el Moñigo, se le ocurrían ideas inverosímiles, pensamientos que normalmente no le inquietaban:

Dijo una vez:

- Mochuelo, ¿es posible que si cae una estrella de ésas no llegue nunca al fondo?

Daniel, el Mochuelo, miró a su amigo sin comprenderle.

- No sé lo que me quieres decir – respondió.

El Mochuelo luchaba con su deficiencia de expresión. Accionó repetidamente con las manos, y, al fin, dijo:

- Las estrellas están en el aire, ¿no es eso?
- Eso.
- Y la Tierra está en el aire también como otra estrella, ¿verdad? – añadió.
- Sí; al menos eso dice el maestro.
- Bueno, pues es lo que te digo. Si una estrella se cae y no choca con la Tierra ni con otra estrella, ¿no llega nunca hasta el fondo? ¿Es que ese aire que las rodea no se acaba nunca?

Daniel, el Mochuelo, se quedó pensativo un instante. Empezaba a dominarle también a él un indefinible desasosiego cósmico. La voz surgió de su garganta indecisa y aguda como un lamento.

- Moñigo.
- ¿Qué?
- No me hagas esas preguntas; me mareo.
- ¿Te mareas o te asustas?
- Puede que las dos cosas – admitió.

Rió, entrecortadamente, el Moñigo.

- Voy a decirte una cosa – dijo luego.
- ¿Qué?
- También a mi me dan miedo las estrellas y todas esas cosas que no se abarcan o no se acaban nunca."

- El Camino - Miguel Delibes.



El mundo sigue girando. Demasiado deprisa, quizás. Pero nada que objetar, todo lo contrario. Tan deprisa que el tiempo en ocasiones deja de ser cronológico para convertirse en vital. Tanto como para que los pequeños misterios sigan sin tener grandes soluciones.

. Las pequeñas cosas nos alegran el día a día, le dan un sentido a las grandes cosas, a aquellas que son tan grandes que por sí solas llenan nuestra existencia, pero apoyándose en las pequeñas de manera que lo grande y lo pequeño al final se confunden y forman eso que es nuestra vida.

. El mundo sigue girando. Deprisa. Deprisa. Y nosotros también nos movemos con él. Nada que ver con el miedo, porque ni mucho menos lo es. Sólo respeto por algo tan grande que dudo que un solo planteamiento pueda abarcarlo. Sólo la necesidad de -en ocasiones- bajarme un momento a reflexionar para contrarrestar velocidad y tiempo. Nada que ver con el vértigo de la velocidad, pero si con el tiempo de asimilación de las alegrías. O de los instantes vividos. Aquellos que forman nuestra vida.

. Esperamos un bebé y las próximas nieves traerán la visita de las cigüeñas. De momento les anotamos bien nuestra dirección. El mundo gira. Gira más rápido que nosotros. Pero siempre nos pilla en movimiento.

. Me cuesta mucho describir lo feliz que me siento desde hace semanas. Con esa mezcla de euforia y de cautela. De cautela esperando que todo vaya bien. De cautela cuando me planteo: -¿pero yo estoy preparado para ser padre?-. Pero de euforia al fin y al cabo. De euforia porque me siento muy feliz. De euforia porque presiento que lo que nos queda por delante va a ser muy grande. De euforia, sin miramientos, porque no creo que exista ese momento en que uno se pueda decir que ya está totalmente preparado, sino que eso es algo que debemos de ir aprendiendo sobre la marcha, de la misma forma que aprendemos a vivir. De euforia por la suerte que tengo al tener una familia y unos amigos como los que tengo. Y además con la euforia de saber que para una aventura tan grande tengo a mi lado a la mejor persona posible. A esa persona que llena el día a día de pequeñas cosas, de las cosas más valiosas, y hace que cada día sea muy grande. Y eso si que me hace sentir muy afortunado.

El mundo sigue girando. Y nosotros con él.

lunes, 29 de marzo de 2010

Sucesión en el tiempo

Sucenden los dias, se hacen más largos, disfrutamos más del tiempo, el sol alumbra ahora nuestros caminos, la meta la tenemos más cerca, ya la estamos tocando con la punta de los dedos y por suerte las buenas noticias no paran de sucederse.


Todo esfuerzo tiene su recompensa, toda alegria lleva a sus espaldas un esfuerzo y en ocasiones un leve pero satisfactorio sufrimiento. Sabemos que siempre, a pesar de la distancia, estamos juntos.


Estamos a 27 días excasos de nuestro segundo objetivo. Hemos concluido las carreras de preparacion. Nos queda un ultimo esfuerzo, el más duro, el más importante, quizas el más doloroso, quizas el más glorioso y seguro que el más esperado.


Hace una semana disfrutamos de la carrera mas bonita que hayamos corrido nunca, y tambien es posible que la mas emotiva. Corria el kilometro 4 cuando Miguel me dio la noticia, un subidón tremendo corrio por mis venas e hizo que olvidaramos la carrera por unos instantes. La alegria corria con nosotros, la emocion invadia nuestros cuerpos y las sonrisas y felicitaciones nos acompañaron en la carrera. El calor del publico segoviano nos llevó hasta la meta, nos ayudó a superar los momentos mas duros de al carrera. Nunca habiamos visto algo así, la gente volcada al 100% con los corredores. Por unos metros, en la subida de la Calle Real, nos sentiamos Perico Delgado, Miguel Indurain o nuestro malogrado Chava Jimenez en una etapa del Tour de Francia. Al final, en la llegada a meta, por fin nos reimos de la marca realizada, sufriendo habiamos conseguido con nuestro objetivo. El día habia sido redondo. Moralmente salimos muy reforzados de Segovia, las fuerzas están intactas y la moral una vez más, por las nubes.


Aqui dejo la sucesion de tiempos en los respectivos kilometros, como siempre vamos de menos a más en las carreras.


Km.1-4:30
Km.2-4:34
Km.3-4:30
Km.4-4:02
Km.5-4:04
Km.6-3:38
Km.7-4:27
Km.8-4:32
Km.9-4:43
Km.10-4:28
Km.11-4:15
Km.12-4:36
Km.13-4:29
Km.14-5:00
Km.15-4:23
Km.16-4:23
Km.17-4:08
Km.18-4:07
Km.19-4:00
Km.20-3:38
Km.21-3:45
0,97-0:31

Hoy he corrido la seguna carrera del circuito de carreras de Ávila. Llegaba con unas pequeñas molestias en la rodilla izquierda (espero que no sea nada pero me molesta un poco). Eran 2 vueltas a las murallas. Recorrido duro, empezando con una ligera subida que continuaba que con una larga y fuerte bajada para acabar con la subida al hospital viejo, dura.


Hoy, a parte por supuesto de Mónica que nunca falla a las citas de las carreras, tenia un animador de lujo, Miguel. No podia acompañarme una vez más en cada zancada, en cada bocanada de aire, pero estaba animandome en la cuesta en las dos vueltas al circuito. Su animo sonaba especial entre los demás. Hizo que fuera más rapido y que acabara en un buen puesto. Gracias por ir a anirme campeón.


Finalmente termine la carrera en un tiempo de 21´48 en el puesto 48. Mejor puesto y mejor tiempo en proporción que en la carrera anterior, más no se puede pedir. Y ahora, lo dicho, a realizar un ultimo esfuerzo.


PD: De nuevo nuestra más sincera enhorabuena a la futuos papás. Pronto seremos uno/a más.

jueves, 25 de marzo de 2010

Cruzas por el crepúsculo

El mundo cambia de color: es como el eco
del mundo. Eco distante
que tú estremeces, traspasando
las últimas fronteras de la tarde.
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Ángel González




Ahora que viajamos sin equipaje. Ahora que surcamos mares de asfalto y lejos dejamos el kilómetro cero en busca de nuestras metas. Ahora que atravesamos las últimas horas de la tarde coleccionando puestas de sol, acumulando kilómetros y soledades. Ahora que debemos disfrutar cada día, cada instante. Ahora que la soledad de los entrenamientos está próxima a acabarse y la fiesta de Maratón nos espera. Ahora que por fin es el momento.

La gran ciudad nos espera. Confundámonos con el camino y soñemos con la meta que nos espera más adelante. Justo allí dónde venceremos nuestros miedos y dónde nos acercaremos a nuestros límites. Maratón nos espera. Disfrutemos cada instante.

42.195 metros. Ahora que pronto correremos por la gran ciudad. Ahora que disfrutaremos nuestro momento. Ahora que estamos deseando correr, aplaudir, gritar, aplaudir, correr. Seguir corriendo. Hasta allí dónde sólo llegan los campeones.

Ahora que todo está cerca. No lo olvidemos. Vamos a disfrutar cada instante, a vivir cada zancada. Somos maratonianos. Disfrutemos la fiesta.

lunes, 22 de marzo de 2010

Están locos estos romanos


Vuelvo a Madrid, y la gran ciudad me acoge de regreso como si todo hubiese sido una imaginación, una simple fantasía. Nada parece real. Los malabaristas han tomado la ciudad, y en cada avenida, en cada semáforo en rojo un monociclo, un hombre, entretiene a los paseantes haciendo malabares y con unas mazas o unas pelotas al aire. La gente camina pausada. Pasea sin prisa. Y más que un mediodía de domingo todo parece un juego irreal dónde la gran ciudad se ha relajado, quizás a juego con la mañana vivida.

Cien kilómetros atrás y muchas emociones después queda la ciudad monumental de Segovia, todavía envuelta en los aplausos y en los gritos y música que la han invadido toda la mañana.

¿La carrera perfecta? Quizás si. Una de las mejores metas posibles, bajo el acueducto. Un recorrido precioso, pasando por cada sitio de interés de la ciudad y recorriendo cada esquina con encanto. Y sobre todo una organización y un ambiente simplemente espectacular.

Toda la historia parece colocada al revés. Confusa e irreal. Nos situamos en el año 2010 después de C., toda la Península está ocupada por carreras populares frías, ¿toda?, ¡no!. Una aldea poblada por irreductibles romanos resiste todavía y siempre al invasor. Y la vida no es fácil para las guarniciones de legionarios amantes de las simples carreras reducidos en los campamentos próximos a la aldea de los famosos romanos.

Allí todo es distinto. El recorrido te lleva por los sitios más bellos de una de las ciudades más bellas. Los habitantes lo celebran como un día grande y te hacen sentir como un ciclista subiendo el Tourmalet. La música invade todo el recorrido. Y mientras corres sientes que si alguna vez se le da importancia a los detalles más que aquí es imposible.

Corremos. Intentamos volar. Al tiempo que pretendemos entrar en el club de los imposibles. La mejor carrera para abrazarnos según corremos. Dónde desafiamos gravedad y cuestas, y ascendemos como si se tratara de una etapa ciclista entre cientos de aficionados que aplauden y gritan. Corremos. Corremos. Entre la música de charangas, entre los gritos de una ciudad que se vuelca con la carrera y que como una parte más anima sin desfallecer. Corremos. Hasta pensar que más deprisa no podemos ir. Y buscamos el acueducto con la mirada. Hasta llegar a la línea de meta.

Los últimos 300 metros. Y ya no hay tiempo para más. La emoción de ver la llegada hasta arriba de gente. Sentir la música y la emoción de una de las metas más bellas. Cruzamos el acueducto. Ya estamos en una hora y treinta. Ha sido una carrera muy emotiva. Sin duda una de las más bellas. De las más duras, si, también. Pero creo que será difícil volver a encontrar una tan bella. Segovia bien vale un esfuerzo. Y cuando sea mayor y corra carreras populares, algún día querré correr allí.

Vuelvo a casa. Apago el motor del coche y deja de sonar rock and roll. Los malabaristas se han apoderado de la ciudad y las reglas han cambiado. Todo sigue siendo irreal aunque parece que nada ha cambiado. Pero dentro de mi se que ahora todo comienza a ser distinto. Que las emociones lo han invadido todo esta semana. Una de las más felices. Y que como guinda he disfrutado muchísimo de una de las carreras más bonitas que se pueden correr.

sábado, 20 de marzo de 2010

Que tengas suertecita (Apuesta por el Rock and Roll)

Larguémonos, chica, hacia el mar
no hay amanecer en esta ciudad
y no sé si nací para correr
pero quizás sí que nací para apostar.


Es la hora del rock and roll. La hora de volver a presentar nuestra solicitud al club de los imposibles.

Mañana viajamos a Castilla, huérfana de Delibes, y cogeremos nuestro disfraz de detectives salvajes para recorrer las calles de Segovia como si fuera DF en busca de nuestros sueños, en busca de la libertad que nos da correr, en busca de otra meta que no es nada más que otra etapa en el camino, otra ocasión para conocernos y disfrutarnos. Pero con un escenario de gala. Mañana toca una carrera de las que a uno le encanta correr y las calles del centro de Segovia nos esperan.

Madrid ya se ve en el horizonte del calendario. Segovia aguarda para celebrar la llegada de la primavera. Y mañana correremos como mejor lo sabemos hacer, juntos. Y juntos entraremos en el club de los imposibles. Que cuando los kilómetros amenacen con vencernos ahí estaremos el uno para el otro y el otro para el uno. Que cuando el tiempo se acabe y el cansancio nos agarre miraremos juntos hacia adelante intentando ver una señal, un aviso en el horizonte… la silueta del acueducto que nos recuerde que tenemos que apretar un poco más los dientes y que otra meta nos espera para cruzarla abrazados. Presiento que una de las más emotivas.

Mañana, camino de Segovia pensaba viajar con alguno de los hijos de Miles. Pero he cambiado de idea. No es mañana día para jazz. Mañana toca Rock and Roll. Y del bueno.

jueves, 18 de marzo de 2010

La estación del silencio



Ya estoy de vuelta de la estación del silencio. Del retiro monástico en el que he pasado recluido las últimas semanas. Del silencio de todos estos días y de las pocas noticias que he emitido al planeta tierra desde mi guarida. Nada que haya tenido que ver con mis intenciones. Sencillamente el mundo decidió girar demasiado rápido y no he encontrado tiempo para bajarme un momento y escribir un post o mandar un mensaje al mar dentro de una botella.


Ahora me escondo debajo de una barba de semanas, camino de incógnito y me camuflo tras una larga melena descuidada. Pero nada más allá de mis intenciones. Demasiado tiempo en la estación del silencio, pero ya estoy de vuelta. Y no tengo intención de volver a ausentarme.


Muchas cosas han cambiado estos días. La época de lluvias ha dado paso a unos días radiantes de esos en los que uno disfruta muchísimo corriendo al tiempo que ve llegar la primavera. De todas maneras anuncian lluvias de nuevo para este fin de semana. Segovia de por medio. Y comienzo a pensar en la existencia de una relación directa causa-efecto entre el teclado de mi ordenador y las nubes grises. La Latina ya queda bastante lejana, y estas tres semanas creo que han sido las más intensas en mi vida de corredor, con unas salidas de las que estoy realmente contento. La rodilla recuerda a menudo que está ahí, pero prefiero no darle mucha importancia. Aunque acabo de regalarles unas zapatillas nuevas, haber si se distraen un poco. Y en la tienda me dicen que mis zapatillas están descatalogadas... Menos mal que ya las he conseguido. Un simple cambio de tienda.


El mundo sigue girando a su velocidad habitual. Quizás un poquito más deprisa, como esos compases del blues que persigo. Sin dar tregua. Tengo una ilusión enorme por correr Madrid. Maratón nos espera y desde la guarida ya oigo los tambores de guerra. La primavera ya está aquí, la semana que viene vuelven las tardes largas y después del duro invierno este sol le da a uno muchísima energía. Ya estoy de vuelta. Ya he dejado atrás a mis raptores y abandono la vida monacal. Y ahora mismo estoy disfrutando muchísimo volviendo a las Tierras de Itaca, volviendo a casa.

domingo, 14 de marzo de 2010

Circuito de carreras Ecosport

Hoy ha comenzado en Ávila el circuito de carreras que todos los años junta a los aficionados abulenses al running. Consta de 4 carreras de entre 5 y 7 kilometros aproximadamente que se corren por distintos puntos de la capital entre los meses de Marzo, Abril y Mayo. De las 4 carreras que hay se hace una clasificacion general de las cuales puntuan las tres mejores de cada uno, por lo tanto puedes tener un dia malo para no bajar mucho tu puesto en la clasificacion.


La carrera de hoy eran tres vueltas a un circuito de 2 kilometros, total 6 kilometros.


Despues de la buena media maraton de la latina hace 15 dias con mejor marca personal y despues de proseguir con los buenos entrenamientos a los que he añadido algun dia unas series de cuestas, me proponia hacer la carrera con el objetivo de hacer los 6 kilometros a 4 minutos cada uno, para un total de 24 minutos maximo en linea de meta. He tenido la suerte de que Chapi me hiciera de liebre durante la misma.



Unos minutos antes de la misma hemos estado calentando por los alrrededores y ya se veia el buen ambiente de carrera. Una buena temperatura y un dia soleado nos ha acompañado a lo largo de la mañana. Unos minutos de trote y saludos a los conocidos y sin darnos cuenta llega la hora de inicio.



Aproximadamente seriamos unos 350 en linea de salida, salimos a nuestro ritmo de 4 minutos y pronto organizamos un grupeto que saben que vamos a ir a ese ritmo y se unen a nosotros. Siempre marcando el ritmo, Chapi va en todo momento pendiente de mi y de mis sensaciones que son buenas y que me adapto bien al ritmo. Clavamos el primer kilometro en 4 minutos, y como va diciendo Chapi vamos adelantando a gente con nuestro ritmo constante y, sin darnos cuenta, progresivo. El terrenos es favorable, aunqe no lo parece el principio del circuito pica un poquito para arriba, pero la segunda mitad tiende un pelin para abajo con los ultimos metros en un terreno practicamente plano.



Llegamos al segundo kilometro con un tiempo parcial de 3´47, se ha notado que hemos ido mas rapido pero con las buenas sensaciones del principio. Hemos completado la primera de las 3 vueltas y el objetivo sigue estando en nuestras piernas y en nuestras cabezas. Chapi sigue con el ritmo constante y siempre atento a mis sensaciones y dandome todas las facilidades posibles. En la mitad de carrera marcamos un crono de 11´49 con un parcial de 4´02, hemos regulado pero seguimos avanzando en el tiempo previsto y con el objetivo aun en tiempo.



Este tipo de carreras cortas nos da ese puntito de velocidad necesario para mejorar un poco mas nuestra marca en las medias y porque no en la maraton. Los entrenamientos acumulados se notan en nuestras piernas y sobre todo en nuestras cabezas que vamos con moral suficiente para terminar la carrera en tiempo establecido. Muchas veces estando en carrera he comentado y pensado lo distinto que son las carreras y los entrenamientos, en las carreras facilemente llevas un ritmo alto mientras que en los entrenamientos es complicado llevar y aguantar un ritmo de competicion. Siempre he dicho que es casi mas importante la cabeza que las piernas, si vas bien de piernas pero no de cabeza la carrera se te puede hacer larga y complicada mientras que si vas bien de cabeza las piernas sabes que te van a responder bien porque los entrenamientos hacen que no te fallen. Y nosotros de mentalidad vamos sobrados, sabemos que nada ni nadie podrá con nosotros.



(A la carrera que voy....). En la segunda vuelta al circuito hemos vuelto a clavar el crono 3´58 el ultimo kilometro para un total de 15´47. Sabemos que solo quedan 2 kilometros, 1 vuelta, y ya vamos a darlo todo. Pero todavia aunque ya queda poco Chapi me dice que hay regular, que el ultimo kilometro sera el momento de darlo todo y asi lo hacemos. Llegamos al 5 con un parcial de 3´56 para un total de de 19´43 y entonces llega el momento en el que Chapi, que no queria forzar más, me da rienda suelta para que haga lo que pueda en el kilometro que pueda, él sabia que iba bien y que podia logarlo, tenia algo mas de 4 minutos para cumplir con el objetivo. Y con lo obstinado que soy y sabiendo que era el ultimo esfuerzo no se me iba a escapar. Ademas, el ultimo kilometro suelo hacerlo bien y hoy como creo que tengo fuerza sufienciente en las piernas me propongo hacerlo a tope. Ya solo son unos minutos de esfuerzo y unos metros de sufrimiento. No voy mirando el tiempo y en ningun momento me planteo hacer una determinada marca, se que voy a bajar de los 24 minutos pre-establecidos pero no se cuanto. Al cruzarme en contrameta con Chapi me canta que apriete que me meto por debajo de 23 minutos, no me lo podia creer y al llegar a la meta veo que efectivamente hago 23 exactos, el ultimo kilometro habia hecho 3´17!! Super contento y supero orgulloso de la marca, con estos resultados no importa los esfuerzos con tantos entrenamientos, es mas, te dan moral para seguir con ellos y te animan para que no lo dejes. Todo esfuerzo tiene su recompensa y nuestro esfuerzo y dedicación asi lo demuestra.






La proxima semana llega la media maraton de Segovia, vamos a ir a por el reloj que se no escapó y que se rió de nosotros en La Latina, vamos a intentar atraparle y mejorar nuestros resultados, es posible que lo consiguiamos, pero de lo que estoy seguro es que disfrutaremos de la carrera y daremos todo por lograrlo. Y lo celebraremos con una buena comida con risas, anecdotas y demas aventuras. Que nos lo merecemos, los 4.

lunes, 1 de marzo de 2010

Síndrome de Tourette

"...sólo los que se atreven a llegar lejos, son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar..."

T.S. Elliot



Lo vemos pasar a nuestro lado. “¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Que tarde voy a llegar!”. Vestido con su chaqueta y chaleco nos adelanta al poco de tomar la salida y decidimos ir tras él, sin saber si hacemos bien o no siguiéndole hacia su madriguera. El conejo blanco nos adelanta, nervioso, sin dejar de mirar el reloj que cuelga del bolsillo de su chaqueta y decidimos intentar alcanzarlo.

Tenemos el bajar de la hora treinta en la cabeza desde hace tiempo, pero aún siendo conscientes de que no es la mejor carrera para lograrlo no vamos a dejar de intentarlo.

Mi reloj se quedó olvidado en casa. Nunca me había pasado. Pero corremos detrás del conejo blanco con la intención de que nos adentre en el País de las Maravillas. Y así la primera parte de la carrera transcurre muy bien, con kilómetros entre 4´20 y 3´54 una vez superado el tapón inicial, y con la suerte de compartir la salida y los primeros kilómetros con Francis, que va a hacer un carrerón.

Pero no hay rastro de la Reina de Corazones ni del sombrerero, al menos para mí, que no termino de encontrar las buenas sensaciones, y aunque lo busco entre los árboles no consigo ver al gato de Chesire. Desde la Casa de Campo la carretera apunta hacia arriba, y sin las buenas sensaciones hago de lastre a Javi, que va como un tiro, y clavamos todos los kilómetros cuesta arriba en 4,25. No voy para más.

El estadio se acerca. Como me gusta que las metas estén sobre el tartán de una pista de atletismo. Definitivamente el conejo blanco nos ha robado el reloj. Llevamos los últimos kilómetros confusos y pensamos que entramos en hora veintiocho. Hemos recortado un kilómetro en las cuentas por error y tras pasar la meta vemos como el conejo blanco se aleja riéndose. Nos damos cuenta del fallo. Pero no pasa nada, aunque Javi hoy iba lanzado y ha tenido que tirar de mi como siempre sabe hacer. Hemos bajado en unos segunditos nuestra marca, y estamos muy contentos, y eso que la carrera era bastante más dura, y eso que me ha vuelto a tocar otra lección de sufrir un poquito cuando el cuerpo no responde del todo, y eso que he subido las últimas cuestas maldiciendo algo más de lo habitual.

Alcanzaremos un día a ese conejo. Segovia espera. Seguramente tampoco sea la carrera para conseguirlo, pero volveremos a intentarlo. La gran ciudad se aproxima. Mientras disfrutaremos del camino como lo hemos hecho este fin de semana. Hemos entrado ya en la madriguera y ante nosotros se abre el País de las Maravillas.