viernes, 11 de noviembre de 2011

Invierno



¿Quién dijo que las frías y lluviosas mañanas de invierno son para quedarse en casa?

Como mandan los cánones, y a esperas de la primavera, pronto comenzaremos nuestro plan invernal en unos meses que prometen ser apasionantes.

Volvemos al origen. A la niebla, al frío, a la lluvia y a los bosques campo a través. Volvemos.

lunes, 7 de noviembre de 2011

El libro del frío

Ávila desde la presa de Fuentes Claras. Fotografía de Pueblos de España.org


Existe el mar en las ciudades blancas.
- Antonio Gamoneda – El libro del frío -


Siempre, el aire frío -como en pocos sitios- y el invierno -que aquí parece perpetuo-, me recuerdan que he regresado a casa.


Y aunque sea por unas horas, volver a Ávila con la familia, con los amigos y a corretear con Javi me hace sentirme en casa, como si nunca me hubiese ido.

viernes, 28 de octubre de 2011

Días de lluvia

Estadio Panathinaikó. Juegos Olímpicos Atenas 1896.


Primera Maratón Olímpica en los Primeros Juegos Olímpicos Modernos.

Atenas 1896. Fotografía, Kateoplis

miércoles, 26 de octubre de 2011

Técnica de carrera


Escena de Otoño. Parque del Retiro, Madrid.
(Fotografía tomada de la galería de
MaritaSC)


Me gusta correr con la cabeza levantada, con los ojos intentando abarcar el frente y los laterales, aprovechando desde marzo y abril las horas de luz en la Casa de Campo, recorriendo todos los caminos del Retiro en cuanto octubre viste de otoño la ciudad.

lunes, 24 de octubre de 2011

El viaje alrededor

Lluvia en el Retiro de Madrid (jlduran)


"Y la lluvia se estrella cada vez con más delirante fuerza sobre los cristales y también sobre el aire vacío y sobre el hondo aire azul y sobre lo que está en ninguna parte y es interminable."
Enrique Vila-Matas, Dublinesca.


“Su alma caía lenta en la duermevela al oír caer la nieve leve sobre el universo y caer leve la nieve, como el descenso de su último ocaso, sobre todos los vivos y sobre los muertos.”
James Joyce, Los Muertos, Dublineses.


"Entonces entré en casa y escribí: Es medianoche. La lluvia azota en los cristales. No era medianoche. No llovía"
Samuel Beckett

jueves, 29 de septiembre de 2011

Perder teorías



¡Ánimo amigo!

Perder teorías. Perderlas para así comenzar de nuevo desde cero. Perderlas todas. Al tiempo que esperamos que termine ya este 2011 tan feliz y tan duro a la vez, tan extraño, tan intenso.

Los peores días, los de estar inmovilizado y comenzar todo de nuevo ya están pasando. Pronto estarás recuperado del todo, y enseguida estaremos al fin corriendo hombro con hombro. Un poco más de paciencia, amigo. Pronto volverás al trabajo, pronto volverás a la vida normal, y muy pronto volveremos a correr juntos.

Mientras, en tu sofá, es como si siguiésemos corriendo juntos, porque aunque no lo parezca, aunque no me veas allí al lado, estos días estamos comenzando de nuevo el camino.

Por situar un poco a alguno de los visitantes que no hayamos perdido en este tiempo prolongado de silencio… Todo comenzó a complicarse hace un año. A estas alturas estábamos a punto de debutar en nuestra primera carrera de montaña. Javi se rompió el gemelo en las semanas previas. Y paramos para esperar la recuperación. Llegó Candela con el mes de noviembre, y el que paré fui yo para dedicarme al cien por cien para hacer lo que más deseaba en ese momento. Las navidades dejaron mi situación familiar patas arriba en forma de enfermedad de mi suegro, y aunque vamos capeando el temporal, encontrar tiempo para uno mismo era más que imposible. Primavera. La boda de Javi y Mónica. Había que disfrutarlo todo lo que se merecía uno de los días más felices, sin otras distracciones. Y en estas llegamos al verano ya más asentados tras tantos cambios. Una maratón en diciembre. Comenzar un camino sin rumbo definido pero con el destino claro.

Y nada más empezar septiembre Javi se rompe la clavícula jugando al fútbol.

Desde aquí perdemos teorías. Reseteamos y ponemos el contador a cero. Ya estamos empezando de nuevo el camino. Y juntos, como siempre.

Estas noches me duermo soñando con las guerras médicas. Viajando a la llanura de maratón, dónde aquella mañana de lluvia apenas nos dimos cuenta que estábamos junto al mar, pero dónde éramos muy conscientes de todo lo que significaba el suelo que pisábamos y el camino que nos quedaba por recorrer.

Estas mañanas me levanto pensando en pretensiones más pequeñas. En volver a los orígenes como una posibilidad de iniciar de nuevo el viaje. En volver a las mañanas de niebla de otoño e invierno, a los pinares y bosques, a los caminos embarrados. A las carreras más cortas campo a través como un entretenimiento mucho más asequible.

Pronto estaremos comenzando otro viaje, allí dónde el destino nos quiera llevar. Seguiremos corriendo bajo las estrellas, bailando bajo la lluvia y viendo nieve en el desierto, hasta que el futuro vuelva a ser parte de nuestra pequeña historia. Mientras, volveremos a empezar. Una y mil veces. Las que sean necesarias. Corriendo ese maratón infinito que lejos de las carreras es nuestro estilo de vida.

Animo, amigo.


Correr juntos, vivir juntos, soñar juntos.

lunes, 1 de agosto de 2011

Ocean sky




Ocean Sky from Alex Cherney on Vimeo.



Como si fuera un vasto océano que nos rodea, el horizonte de ítaca ha seguido girando estos meses. Muy deprisa. Hasta llevarnos hacia lo que somos ahora, y que lejos de convertirnos en otra cosa distinta a lo que éramos entonces, si que nos ha dado un nuevo rango, ya sea de esposos o de padres. Unos meses muy intensos emocionalmente. Tanto que apenas se han podido exprimir más. Correr sigue siendo esa rutina, ese estilo de vida. Sin más pretensiones. De momento. Porque poco a poco iremos a más. Luego el destino nos llevará hacia donde nos tenga que llevar, aunque ahora ignoremos dónde estará la próxima meta.

Porque a pesar de estar rodeados de este enorme océano, 42.195 metros sigue siendo la distancia que nos une y que siempre definirá el horizonte de estas tierras.

miércoles, 20 de abril de 2011

Corriendo por la huerta murciana


Carril bici junto al río Segura. Fotografía Ayto. de Murcia.


A medida que avanzan los fines de semana de ida y vuelta entre Madrid y Murcia, al fin llegan algunas buenas noticias tras unos duros meses, y aprovechando, el sábado salí a corretear un poco por la vega murciana.

Murcia, por encima incluso de muchas provincias, se ha visto transformada por el boom inmobiliario. Y lastrada por la feroz especulación del ladrillo, la ciudad, con sus pedanías, ha cambiado de fisionomía, hasta el punto que cada día es más complicado encontrar la famosa huerta murciana, arrasada a costa de zonas residenciales, centros comerciales y campos de golf.

La ciudad, como cada año, se prepara para las celebraciones de semana santa y fiestas de primavera, envuelta en el colorido y el aroma que sólo Murcia sabe transmitir.

Cruzo el centro corriendo. Trapería. La plaza de Belluga y la Catedral. La glorieta de España, rebosante de geranios. El puente de los peligros, el Malecón con olor a barraca y víspera de fiesta. Los nazarenos paseando por la ciudad, la música de las bandas, las peñas huertanas iniciando los preparativos. Y entre el ambiente festivo de día de sábado recién amanecido, me pierdo siguiendo la orilla del río Segura a través de la vía verde que recorre su margen izquierda.

Hoy no es día de tirada larga, como cuando me pierdo por aquí. El cuerpo aún no está para esos trotes. Pero siempre es una suerte disfrutar de este recorrido, más en un espléndido día de primavera, y poco a poco corro por el valle que riega el río y que lo convierte en la tierra fértil de la vega media o la huerta murciana.

No queda demasiado de huerta, pero aún se puede disfrutar. Ojala los próximos años no terminen por erosionar lo que aún queda del origen murciano, aunque desgraciadamente creo que eso no importa demasiado a demasiada gente.

Después de Semana Santa volveremos a las zapatillas. Con unas ganas increíbles. Y con la vista puesta en el murmullo de boda que traerá el mes de mayo y las emociones que nos esperan.


Mientras, desde mañana, el equipo se vuelve a reunir en su parte más masculina, y La Rioja, con sus viñedos, nos aguarda para pasar unos días muy emotivos de despedida de soltero de Javi con el resto de la tropa, en algo, que más que parecido a “Entre copas”, amenaza en ser como “Resacón en Las Vegas”. Cada día es más difícil juntarnos todos los amigos, así que aprovecharemos al máximo estas vacaciones con aroma a esos viejos tiempos. Y es que, hay muchas ganas de volver a juntarnos y compartir estos días para celebrar lo mucho que tenemos que celebrar.

viernes, 15 de abril de 2011

MAPOMA

Nieve en el desierto. Paseo de Coches del Parque del Retiro, 25 de Abril de 2010

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Como cada mes de abril, la gran ciudad volverá a convertirse el domingo en una enorme carrera tras una línea azul, mientras los corredores harán la ciudad parte de su vida.


El año pasado, descubrimos MAPOMA, y a pesar de que nada más cruzar la meta prometí que no volveríamos a una carrera tan dura, ahora, con la distancia, recuerdo lo intenso que fue todo, recuerdo cuanto lo disfrutamos y siento la necesidad de seguir formando parte de la ciudad, y abril tras abril, año tras año, volver a formar parte del juego, como quién se aferra a una rutina que marca el pasa del tiempo.


Este año, ni siquiera podré estar en Madrid este fin de semana. Pero desde la distancia, recordaré la maratón y a todos los que a través de cuarenta y dos kilómetros soñaréis con ella.


Quizás seas impresiones mías. Quizás no. Pero la gran ciudad parece estos días vestida de maratón a todas horas. En el metro, en las marquesinas de los autobuses, los carteles anuncian la carrera. Cada mañana, camino del trabajo, veo la línea azul que marca el recorrido por todas las calles. Cada tarde, de regreso a casa, sólo veo corredores con sus pinturas de guerra. Por la noche, ya vuelvo a soñar con que dentro de poco nosotros estaremos comenzando de nuevo el camino.


Me emociona la historia de Sonia y su padre, Satur, que van a correr juntos en busca de un sueño. Es emocionante oír el tintineo de un llamador de ángeles que les va acompañar en cada zancada. Y es que, cada maratón, no es más que la suma de un montón de historias, de un montón de sueños, como el año pasado fue el de Pepe, el de muchos otros, y en una ocasión el nuestro.


Madrid, igual que cada maratón, es de aquellos que lo sueñan, de todos los que despertáis cada día sacrificando horas de sueño a cambio de un sueño aún mayor, de todos aquellos que volvéis a comenzar de nuevo en busca de algo que aún os espera, de todos vosotros que lo vais a disfrutar, de todos los que al entrar en el parque del Retiro podréis gritar victoria.


Muchísima suerte a todos. Y sobre todo, disfrutar. Disfrutar muchísimo la carrera. Que es de lo que se trata. Desde la distancia, el domingo, una parte de mi estará corriendo MAPOMA. Se que volveremos.
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Javi, nuestro objetivo de 2011 inevitablemente está más cerca. Estoy deseando comenzar a soñar de nuevo.

martes, 12 de abril de 2011

IX Vueltas pedestres a las Murallas


Esta cara creo que lo dice todo. Me la hizo Carlos (gracias) en el final de la segunda y última subida a la cuesta del hospital viejo. Sólo quedaban 400 metros, pero se me hicieron largos y las dos subidas tiraban mucho.




Sinceramente esperaba encontrarme algo mejor de como lo hice. A pesar de llevar sólo un mes de entrenamientos regulares, llegaba a esta carrera con ganas de afrontarla y con expectativas de hacer una mejor marca. Es lo peor que pude hacer. Ya en la primera subida me di cuenta que no podía ir tan rápido, que todavía no estaba a ese nivel. Los primeros kilómetros fueron volados, en 4 mins el primero y en 4´15 el segundo, el tercero se me fue a 5 mins, el cuarto a 4´15, el quinto lo hice en 5´15 y los últimos 700 metros en 3 mins, para un total de 25´30.


Aún me quedan por acumular muchos kilómetros en las piernas para volver a estar a un nivel aceptable. Los 6 meses de lesión son como un lastre en mi cuerpo y junto con algún kilo de más hace que no disfrute tanto de las carreras. Se que me vienen muy bien este tipo de carreras y que poco a poco iré encontrándome un poco mejor. Se que de la primera carrera a esta (3 semanas) he avanzado puestos y marca, pero iba con la expectativa de estar un poco mejor y eso me dejo un poco hundido.


Por supuesto seguiré entrenando y luchando para estar cada día un poco mejor, pero el entrenamiento de ayer me dijo que necesito un poco más de descanso. Noto las piernas pesadas y cansadas, noto que no avanzo y que me cuesta mantener un ritmo vivo. Hasta el viernes no volveré a salir, espero asimilar bien el descanso y que las piernas y sobre todo la cabeza vuelvan a funcionar mejor.


A parte de todo esto, me sigo sintiendo solo en las carreras. Esta ha sido en la que más. Mónica apuraba su despedida de soltera en Salamanca y Miguel disfrutaba en Madrid de un día de primavera con Cristina y Candela. Se que volveremos a estar juntos, antes de lo que nos imaginamos y se que estaban conmigo en cada zancada, pero les eche en falta. Apenas cruce un par de saludos con unos compañeros antes de empezar y al finalizar intercambio de impresiones de la carrera con 2 ó 3.


En un par de semanas la tercera carrera del circuito, entre medias seguirán los entrenamientos. Espero ir encontrándome mejor.

viernes, 1 de abril de 2011

Rompiendo en verde


Fotografía de Ricardo de Arce, tomada del blog "El capturador de imágenes"

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Entra el calor tan rápido en la gran ciudad, que mientras corres por el retiro llegas a dudar del calendario, y entre la cantidad de gente que llena el parque, las vestimentas propias del verano y el enorme calor, uno va pensando que la feria del libro está ya en el paseo de coches.

Me gusta el retiro en las noches de invierno. Vacío. En silencio. Pensando que cada camino es sólo para mí.

También me gusta el retiro en las tardes de buen tiempo. Mucho más vivo. Con gente paseando, gente descansando, grupos de chicos alrededor de una guitarra, las barcas en el estanque, los patinadores surfeando, los corredores llenando todos los caminos.

Porque un parque, más vivo es cuanto más lo vive la gente, cuanto más cada habitante de la ciudad lo hace como una parte suya.

Eso es lo que por ejemplo me encanta de Central Park. Para los new yorkinos es una parte más de su vida. Su parque dónde pasar un día de domingo, dónde patinar al ritmo de la música, dónde bailar al ritmo de una batucada improvisada, dónde correr, donde jugar, dónde jugar al béisbol, patinar en invierno, pasear o cantar o tocar con los amigos de la banda.

Ayer, mientras corría por nuestro retiro, no me pude resistir a pasar varias veces por la glorieta del ángel caído, dónde al ritmo de la música los patinadores bailaban sobre el asfalto. Que buen rollo funky.

Diez kilómetros después, mis piernas recordaban el cansancio del lunes, y aunque aún estoy para el arrastre, poco a poco el cuerpo va cogiendo algo de forma. Encontrar regularidad será otro tema, pero eso ahora no es lo importante.

El domingo, los corredores volverán a llenar el retiro para la media maratón de Madrid. Aperitivo de lo que espera dentro de dos semanas a todos los pequeños héroes que con esa meta convertirán para siempre el parque en una parte de su vida. Cuantos recuerdos.

Mientras, el resto seguiremos esperando nuestro momento, disfrutando del parque, viendo como la primavera ya lo ha vestido todo de verde.

lunes, 28 de marzo de 2011

No puedes esconderte

Gran Vía a toda carrera, 28/03/2011

"Esta noche, quiero creer que todavía tiene que suceder algo, que todavía pueden abrirse las calles de par en par. Puede que Willie Nile, cuando más lo necesito, vuelva a darme una pista (...). Puede, simplemente, que todo haya cambiado tanto que ni yo mismo me reconozca ni reconozca lo que pasa a mi alrededor. Pero creo, aún con toda la tristeza de lo que ya se ha ido para siempre, que hay algo que hay que tener todavía en cuenta: se trata de no renunciar nunca al propósito de ese disco, con sus guitarras eléctricas y su piano, su rock y su balada, se trata, en mi humilde caso y tal vez en el de mi gran amigo del periódico, de respirar hondo y salir al encuentro de la extraña, caprichosa, infinita vida de la calle. Nadie dijo que fuera fácil, pero no puedes esconderte. Aunque duela, no debes hacerlo. "

Fernando Navarro - Por las calles de Nueva York con Willie Nile - La Ruta Norteamericana -



16 kilómetros me acaban de dejar nuevo.

La tarde se ceñía gris sobre las calles de la gran ciudad, y una fina lluvia acompañaba a ratos. La tarde perfecta para improvisar. Como tantas veces, el parque del Oeste hasta el puente de los franceses, pero en lugar de entrar en la casa de campo el cuerpo hoy pedía pequeñas variaciones. Corro por la avenida de Valladolid hacia San Antonio de la Florida en busca de una línea azul que dibuja MAPOMA sobre el asfalto de Madrid, corro hasta llegar al Puente del Rey que me recuerda como un maratón se puede disfrutar sufriendo. La Casa de Campo, radiante en un día de lluvia. El lago con sus piragüas, el regreso habitual hacia el puente de los franceses.


Comienzo la subida del Parque del Oeste y aún hay ganas de improvisar. El templo de Debob me recuerda las dudas de hace un año. Plaza España, y para terminar Gran Vía y Hortaleza, como si estuviese atrapado en un videojuego en el que tienes que ir esquivando peatones y automóviles a toda velocidad. .


No puedes esconderte. Eres un corredor.



viernes, 25 de marzo de 2011

El nadador


Burt Lancaster, en El Nadador (1968)
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estar en las afueras también es estar dentro
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El agua. El silencio. Un largo tras otro.
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lo que antes era exacto ahora no encuentra su sitio
-Claudio Rodríguez-

lunes, 21 de marzo de 2011

Circuito de carreras Ecosport. Capitulo I: Un 10.000

Ayer comenzó, un año más, el circuito de carreras de club Ecosport de Ávila. Como siempre una buena organización (organizadores, voluntarios, jueces...) y esta vez con un carrera nueva. En años anteriores eran 6.000 metros, pero este año pusieron para empezar un diez mil. Una carrera mucho más llamativa y con mas alicientes para los corredores, por lo menos para mi. Deberíamos llegar más preparados que en otras ocasiones.


Era mi primer 10.000, no tenía marca concreta en esta distancia, pero esta vez no podía buscarla. El día era perfecto para correr, una temperatura muy buena, ligero viento y un circuito totalmente llano. Solo llevaba 2 semanas entrenando con regularidad, pero los últimos entrenamientos me habían dado mucha moral. Quizás la distancia quedaba un poco larga para mi momento de forma, pero lo iba a dar todo para saber hasta donde podía llegar.


Unos trotes por el circuito sirve de calentamiento. Es agradable ir encontrándose a gente con la que poder charlar, a la que poder saludar e intercambiar diversas impresiones. Se nota que estoy de vuelta en el mundillo de la carreras, ya lo echaba de menos. Habíamos vuelto, se que Miguel desde Murcia me estaba apoyando en todo momento (minutos antes de la inicio me mando un sms deseándome suerte). Gracias Miguel.


El inicio es como casi siempre, con muchas ganas y de atrás para adelante. Eramos unos 400 corredores y hay que ir haciendo un slalom para empezar a coger un buen ritmo de carrera. En el primer kilómetro marco 4.25, un buen tiempo. Como siempre la carrera te lanza, no sabia hasta donde podía llegar, pero no me podía echar para atrás. Los kilómetros van avanzando y el tiempo por kilómetro sigue siendo mas o menos el mismo. Hay bastante gente en las orillas de algunos tramos del circuito y sus ánimos se agradecen, siempre nos han gustado y respondemos a los que nos dejan nuestras fuerzas.


Pero cuando llega el kilómetro 7 (unos 33mins) las fuerzas empiezan a fallar, a ese ritmo no podía seguir más. El entrenamiento no daba para más. Se me hacen un poco largos los 2 últimos, y a los corredores que había adelantado antes, veia como me iban pasando. No importaba, iba a darlo todo hasta que pudiera y así lo había hecho, ya solo había que dejarse llevar hasta la meta y sufrir lo menos posible. Al final, un tiempo de 47,09, una media de 4,43 aprox.





Buenas sensaciones al finalizar, ninguna molestia en el gemelo y confianza para seguir entrenando y seguir mejorando. Se que entrenando puedo llegar a mas e iré encontrándome mejor.


Hoy, un día después, unas pequeñas molestias por el cansancio pero con ganas de volver a salir para afrontar con mejores expectativas la próxima carrera, allá por el 10 de abril. Las vueltas a la muralla.

domingo, 20 de marzo de 2011

Todos los papás


Todos los papás - Bisinski; Sanders.
Editorial Corimbo, 2008.


De nuevo, el garmin regresa a cero, pero claro, no siempre uno es padre por primera vez, y no siempre uno recibe regalos tan especiales... Mientras, disfrutando el fin de semana, buscando la luna a través de los kilómetros de ida y vuelta.

viernes, 18 de marzo de 2011

Equinoccio de primavera


Quinta de los Molinos
Fotografía, blog Es Madrid no Madriz


Según wikipedia, la palabra equinoccio proviene del latín aequinoctĭum y significa «noche igual», y así se denomina equinoccio al momento del año en que los días tienen una duración igual a la de las noches en todos los lugares de la Tierra, excepto en los polos. Ocurre dos veces por año (en 2011, el 20 de marzo y el 23 de septiembre), época en que los dos polos de la Tierra se encuentran a igual distancia del Sol, cayendo la luz solar por igual en ambos hemisferios.

El domingo, se producirá el cambio estacional, y la primavera sustituirá al invierno, llevando a los corredores a una de las mejores épocas del año para practicar nuestro deporte y recorrer la naturaleza.

Este acontecimiento marca el final del invierno, el momento a partir del cual la tierra se prepara a recibir las semillas que fructificarán en verano, y supone el perfecto equilibrio entre el día y la noche, entre el interior y el exterior, como cuando todo comienza y reina el orden.

Los celtas, y las antiguas culturas paganas, mucho más apegadas a la naturaleza y al mundo que nos rodea que nuestros actuales estilos de vida, celebraban como elementos centrales del año estos días, y posteriormente el mundo cristiano y otras culturas adoptaron estas fiestas paganas a sus propios calendarios.

Un grupo de caóticos, siguen celebrando estos cambios estacionales, y con esa excusa se juntan cuatro veces al año en sus carreras caóticas y clandestinas por los parques de Madrid. Una vez más, no podré coincidir con ellos, así que a ver si el solsticio de verano me permite acompañarlos.

Mientras, en Ávila, este fin de semana comienza el circuito de carreras Ecosport, organizado por el Club de Atletismo Ecosport. Javi lo comenzará el domingo con el diez mil que abre el ciclo, y al que seguirán el 10 de abril la Vuelta pedestre a las Murallas, de 5.700 metros, la Carrera del Resucitado el 30 de abril con 4.800 metros, y la subida a Sonsoles, de 6.900 metros, el 8 de mayo. ¡Disfrútalo mucho amigo! ¡Esperamos ansiosos tus crónicas y ver que ese gemelo ya está recuperado del todo!

Me parece admirable la organización de este circuito por un club pequeño de una ciudad tan pequeña como la nuestra; y es que, mientras todo el calendario nacional se llena de carreras populares cada vez más profesionales, dónde reina la media maratón y distancias en teoría no tan populares, este circuito se centra en distancias más pequeñas, que creo que es la mejor opción para atraer a todas esas personas que quieren iniciarse en esto, así como fomentar una buena base, en lo que debe de ser uno de los objetivos principales de todo club.

Por otra parte, hoy viernes, aquí toca tarde de coche, y cuando la gente salga de sus trabajos nosotros estaremos como cada fin de semana abandonando la gran ciudad cruzando el anticiclón a través de la A3. El campo, estos días de principio de la primavera, está precioso, y el paisaje manchego siempre es buen lugar para perderse por la carretera dirección a Murcia. Por si acaso, llevo las zapatillas en la maleta. Ya veremos si mañana o pasado tengo un hueco para corretear por la orilla del río Segura.

Pronto volveremos a estar juntos en las carreras, hasta entoces me acordaré mucho... ¡Suerte para el domingo Javi!

viernes, 11 de marzo de 2011

Connect


Lago de la Casa de Campo, 10 de marzo 2011


Como siempre, la primavera llega tras el invierno, y mientras un día corres bajo el sol de la tarde te preguntas, - pero… ¡joder! ¡Si ya está floreciendo! ¿Cuándo comenzó esto? -.

La Casa de Campo sigue en su sitio. Los piraguistas siguen paleando en el lago para dar cuerda a la gran ciudad. Los caminos siguen en su sitio esperando nuevas batallas, protegiendo al cerro Garabitas y al teleférico en espera de nuevas guerras.

La primavera va entrando en el calendario.

Poco a poco me voy volviendo a sentir corredor.

Ya ni recordaba la última vez que corrí catorce kilómetros, que corrí algo más de una hora. Ya ni recuerdo como era antes de la llegada de los satélites, y ahora no puedo vivir si ellos.

Vuelvo a la casa de campo. Estamos de vuelta.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Tarde de reencuentro

¡¡¡JODER!!! Han pasado más de 8 meses desde la última vez que corrimos juntos.... ¿Cómo es posible que haya pasado tanto tiempo?.


Era Junio, y Suances fue el lugar de esa última carrera. Ayer fue Madrid testigo de nuestro reencuentro con las zapatillas, con nuestras conversaciones y nuestras risas, nuestros codazos y nuestras zancadas conjuntas. Y cuantas cosas han pasado desde entonces, unas muy buenas y otras muy malas. Por supuesto nos quedamos con las buenas, pero las malas están ahí aunque no las queramos. La vida es así....


Llevábamos más de un mes sin vernos y aunque mantenemos contacto constante, ya tenia ganas de dar un abrazo a Miguel y de compartir con él impresiones y un buen rato de charla. Apenas estuvimos juntos 6 horas, se me hicieron muy cortas, nos hubiera gustado estar más tiempo juntos, pero las circunstancias son las que son y hay que adaptarse a ellas.


La carrerita que hicimos fue sin duda lo de menos a pesar de que era de lo que más ganas teníamos. Fueron 9 kilómetros en algo menos de 50 minutos, claro está y ya lo sabíamos, que no estamos en nuestro mejor momento, ya llegaran más oportunidades que nos encontremos mejor. ¿Las sensaciones? Qué mas da.... Lo importante fue que nos juntamos para correr, para volver a recordar viejos tiempos, para volver a disfrutar con nuestro hobby, para volver a pasar un buen rato corriendo y hablando.


Tras la carrera seguimos aprovechando nuestra tarde lo máximo posible, un paseo hasta recoger la cena y el partido del Barça nos sirve como excusa para compartir mas momentos juntos y continuar con la charla, las risas y los buenos momentos.


Ojala todos tengáis un amigo como el que tengo yo con Miguel, son de esos amigos que sabes que están ahí aunque no hables con ellos. Es ese amigo que sabes que puedes contar, siempre que lo necesites, con él. Nunca te va a fallar, siempre te va a apoyar. Estas deseando verle y compartir un momento con él. Todo lo que diga de él es bueno, nada malo.


Esperamos que no vuelvan a pasar 8 meses para volver a correr juntos y ni un mes para volver a vernos. Pronto queremos volver a vernos, esta vez con Cristina, Candela y Mónica, que también hay muchas ganas de vernos todos juntos.


Esta fue la crónica de nuestro esperado y deseado reencuentro. Estoy seguro que será de esas tardes que no olvidaremos. Son tantas ya las que tenemos para no olvidar.....y estoy seguro que no será la ultima.

martes, 8 de marzo de 2011

Las Torres de la Alhambra


Las Torres de la Alhambra (Fotografía: ABC)
Exposición de esculturas al aire libre. Cristobal Gabarrón.
Parque del Retiro. Hasta el 30 de Abril.


A veces he salido a medianoche, cuando todo estaba silencioso, y me he paseado por todo el edificio. ¡Quién puede hacer justicia a una noche a la luz de la luna en tal clima y tal lugar! La temperatura de una medianoche andaluza en verano es perfectamente etérea. Nos sentimos elevados en una atmósfera más pura; hay serenidad en el alma, optimismo en el espíritu, una elasticidad de ánimo que hace de la mera existencia un placer. El efecto de la luz de la luna, también, en la Alhambra, tiene algo de encantamiento (…).

Washington Irving – Cuentos de la Alhambra
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Cada corredor, como si las rutinas le uniesen a la realidad, tiene sus lugares para correr, sus parques, sus caminos preferidos. Casi siempre, unidos a criterios como cercanía de casa y comodidad, de manera, que el corredor probablemente no entienda el correr sin esos lugares que ha hecho suyos y que conoce palmo a palmo, metro a metro.

Aquí, en Madrid, como en todas las grandes ciudades, el concepto de parque adquiere mucho más significado, y le da a la ciudad una fisonomía distinta, convirtiéndose en lugares para la relajación, el paseo, el disfrute, y que para nosotros, los corredores, se convierten en nuestro hábitat natural, siendo para todos lugares imprescindibles. En Madrid, además, tenemos gran variedad de parques, y siempre es una suerte poder disfrutar de ellos (os recomiendo al respecto la genial guía de parques madrileños de Santi Palillo y sus historias).

En mi caso, como ya he comentado otras ocasiones, tengo la suerte de poder repartir mis salidas a correr entre el parque del Retiro y la Casa de Campo. En invierno, frecuento más el Retiro, mientras que la llegada del buen tiempo y el aumento de horas de luz, siempre van asociadas a carreras más largas por la Casa de Campo, dónde me encanta perderme en esas tiradas más largas.

Estos días, hasta el 30 de abril, correr por el Retiro tiene el encanto añadido de poder descubrir las Torres de Alhambra que componen la exposición al aire libre del artista murciano Cristóbal Gabarrón.

Hoy, Madrid, ha amanecido parcialmente nublado, y aunque el día se ha disfrazado de gris, los alegres colores de las esculturas de Gabarrón destacan con el fondo de finales del invierno. Hoy, además, va a ser una tarde muy especial, y Javi se viene desde Avila para pasar la tarde juntos (mil gracias amigo, eres muy grande).

Aprovecharemos la ocasión para correr de nuevo juntos, que ya llevamos demasiado tiempo separados, y nos perderemos por el Retiro en búsqueda de los ecos de la Alhambra y de aquellos lugares, como el Palacio Cristal, sin los que yo no puedo entender esto del correr.

viernes, 4 de marzo de 2011

La historia del corredor


Fotografía: Portada de "Correr", Jean Echenoz.

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"Un día de septiembre, Harold, médico de profesión, de 32 años de edad, divorciado y sin hijos, natural de Boston pero afincado en Miami tras, precisamente, haberse divorciado y entender que necesitaba un cambio a aires más cálidos, está en su casa de una sola planta desde la que se ve la costa y un mar tan plano que parece mercurio. Juega al tenis con una videoconsola Atari del ´79 conectada a la tele. La pantalla, totalmente negra, un punto cuadrado que hace de bola, y sólo 2 líneas blancas que se mueven de arriba abajo y simulan a cada jugador y su raqueta. Mediodía, la gente duerme o se baña, las persianas bajadas, silencio, y tras cada golpe de raqueta oye el esponjoso doing que le recuerda al latido de un corazón. Desde hace 3.5 años no para de jugar y devorar Corn Flakes con leche. Es la 78567 vez que es vencido por la tele. Se dirige a la cocina a por otro tazón de Corn Flakes, y observa que se le han terminado. Va hasta el garaje, donde guarda, tiradas en una esquina, multitud de cajas de cereales sin abrir entremezcladas con otras vacías. Revuelve esa pila, se sumerge en ella, pero nada. Para su sorpresa, todas están ya consumidas. Metidas a presión en una de esas cajas vacías encuentra sus viejas zapatillas de deporte Converse. Las toma entre sus manos, huelen a musgo, y tras darles un par de vueltas en torno a sus ojos, se las calza, sale al jardín y se pone a correr al trote calle arriba. Lleva un pantalón chino de pinzas, un polo rojo y una cazadora de estilo aviador. Llega la noche y aún no se ha detenido.

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Harold ya ha ascendido por el estado de Florida para entrar en el de Georgia, traspasarlo, llegar al de Alabama y seguir corriendo. Desde que abandonara su casa prefabricada en Miami y el tenis de videoconsola, sólo corre sin haber aún regresado. Únicamente se detiene para dormir; todo lo demás lo hace en marcha. Cada vez que llega a un cruce se decanta por un ramal al azar, y traza así un camino sinuoso que visto en mapa recuerda al de la carcoma en la pata de una cama con forma de continente americano (recientemente, alguien ha señalado su parecido con las circunvalaciones de un cerebro). Pantalón de pinzas chino, polo rojo, cazadora como de aviador y las viejas Converse en los pies. Ningún signo le indica que deba ni seguir ni detenerse, adopta aquella neutra solución del Principio de Inercia que ya postulara Newton: en tanto nada lo impida, toda cosa en movimiento continuará su trayectoria a velocidad constante. (…)

Muy lejos, una pantalla en blanco y negro de televisor acumula esa luz y miles de partidas de tenis ganadas contra sí misma con un esponjoso doing. 3057 km recorridos, y ni un solo recuerdo. (…)

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La videoconsola del ´79 conectada a la tele. La pantalla totalmente negra, un punto cuadrado blanco que hace de bola, 2 líneas verticales que se mueven de arriba abajo y simulan a cada jugador. Silencio de mediodía, la gente duerme o se baña, las persianas bajadas, y tras cada golpe de raqueta se oye un esponjoso doing. Después de haber llegado al mar de Alaska y tener que dar la vuelta tras 5 años corriendo sin descanso, Harold descendió Canadá, entró en USA con su pantalón de pinzas chino, su polo rojo y su cazadora tipo aviador, y el estricto azar de su errática trayectoria aún tardó otros 3 años en llevarlo de nuevo hasta la puerta de su casa. Nadie había entrado. Ni el más mínimo saqueo. Ni una carta en el buzón. Todo intacto. El mar, al fondo, una piel de mercurio, la videoconsola conectada, en la pantalla miles de partidas perdidas. Encargó de nuevo todas las existencias de Corn Flakes con aquella fecha de caducidad porque entendió que ya no podía vivir sin aquel recuerdo, sin aquella huida, sin aquel recuerdo, sin aquella huida. Como quien escuchara el trueno al mismo tiempo que ve su correspondiente relámpago."
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Textos extraídos de Nocilla Experience, Agustín Fernández Mallo.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Viajar, inventar lugares


Fotografía: Ted Croner, Taxi, New York Night 1947.


Viajar, perder países.


Viajar, inventar lugares (bis).


El coche, envuelto en el sonido de la trompeta de Chet Baker, avanza por las avenidas esquivando semáforos y atascos en la noche, hasta detenerse en doble fila junto a unos grandes almacenes del centro de la gran ciudad. Desciendo del taxi. A duras penas consigo abrir el paragüas y correr escondido de la lluvia hasta el edificio de enfrente. Hace días recibí una invitación para asistir al XIV Congreso Anual. Nunca había sido invitado, y precisamente llego tarde. En la entrada, junto a la recogida de acreditaciones, leo la lista de conferenciantes, y vuelvo a descubrir que uno de ellos se llama como yo. Dentro, en el salón de actos, una voz similar a la mía rebota en las paredes desde un micrófono tras el cual se esconde alguien con mi mismo nombre, mi misma voz y un parecido físico admirable.

Salgo aturdido y dirijo mis pasos de regreso a casa. El día ha sido largo. Acelero la zancada. Los transeúntes me observan detrás de mi mismo rostro, de mi mismo abrigo. Camino deprisa hasta conseguir llegar al portal, tras el cual me espera la casa en silencio y a oscuras. Me quito los zapatos mojados, el traje empapado, y cansado, recupero las viejas zapatillas de la ventana del baño que da al patio interior.

Corro. Me adentro en el retiro, vacío en una noche de invierno. Tras los árboles, las sombras, movidas por el viento, me dejan ver a lo lejos mi propia sombra, mi misma silueta. Sigo corriendo. Sigo corriendo. La noche deja de llover y comienza a amanecer.

Junto al lago, el trompetista que cada día despierta a la ciudad, me engancha con la gran ciudad como cada mañana de domingo. A lo lejos, al otro lado de la valla, creo ver pasar mi misma silueta. Sigo corriendo.

jueves, 24 de febrero de 2011

Las azoteas



Fotografía: Karto Gimeno.
Publicada en Revista Kafka, número 9 (Septiembre - Diciembre 2010)


Están los cuerpos que crecen indefinidamente, las parabólicas, las azoteas. Los tejados de la gran ciudad que se extienden sobre el horizonte, los tendederos con la ropa colgada al sol de febrero, los supermercados en las aceras del barrio, las calles que continúan con su rumor, con su tráfico de pasos perdidos.

La ciudad parece ir recobrando su pulso, pero mientras, seguimos metidos en un enorme paréntesis dónde la vida nos demuestra quién es el que manda, y como, cuando más felices nos creemos, todo puede cambiar en cuestión de horas.

Candela, en su pequeño planeta, continúa creciendo. Feliz. Preciosa. Tan tranquila como desde el primer día. Tan encantadora como desde el primer instante.

Las navidades, en cambio, trajeron cambios de planes. Tal y como llegan estas cosas. De un día para otro, sin previo aviso. Y desde entonces caminamos sin guión con el susto de una inesperada y grave enfermedad de mi suegro, aún demasiado joven, esperando alguna señal que traiga algo de luz, mientras nos acostumbramos a vivir con el miedo entre Murcia y Madrid en ese camino que ninguna familia quiere recorrer.

Las semanas, desde hace un par de meses, son viajes de ida y vuelta. Viajes con origen y destino a la gran ciudad, mientras todo sigue girando demasiado deprisa con nosotros en medio del temporal.

Entre viaje y viaje, poco a poco, vamos recobrando el ritmo dentro de lo posible.

El lunes, pude comprobar que el Retiro continúa en su sitio. Ajeno al mar de asfalto que lo rodea. Las zapatillas me devuelven a la calle, quizás para demostrarme que puedo correr más de diez kilómetros, y que en este momento, siendo más imposible que nunca hacer planes, correr es como siempre un estilo de vida, y que semana a semana, iremos encontrando la forma perdida, sin prisas, con mil y una prioridades por delante.

Sobre las azoteas, el anticiclón anticipa una primavera de cielo azul sobre la gran ciudad. Hoy tengo la tarde libre, las zapatillas esperan. Aún no puedo asumir muchos kilómetros, así que, aunque el buen tiempo se solape en mi cabeza con la casa de campo, quizás lo retrase un poco más a cambio del Retiro. Lo importante volverá a ser disfrutar de cada metro, del mundo girando debajo de cada zancada. Aunque sea dentro de un enorme paréntesis.

miércoles, 16 de febrero de 2011

El día que Buddy Holly murió




Saigón, mierda, aún sigo solo en Saigón. A todas horas creo que voy a despertar de nuevo en la jungla. Cuando estuve en casa durante mi primer permiso, era peor, me despertaba y no había nada (…). Cuando estaba aquí quería estar allí, cuando estaba allí no pensaba en más que en volver a la jungla.

Apocalypse Now – Francis Ford Coppola

Desde 1965 se sabe que el Universo se halla en expansión, ahora se ha descubierto que además se está acelerando, como si a grandes distancias existiera una antigravedad que, en vez de atraerlas, repeliera a las masas. Nadie sabe a que se debe, por lo que esa antigravedad ha sido bautizada con el nombre de Energía Oscura. Lanzar una piedra al aire y que nunca regrese. Un anciano que cuanto más anciano menos arrugas tuviera. La lógica del naufrago y el mensaje en la botella, que se lanza para que no vuelva. Además están los cuerpos que crecen indefinidamente, las parabólicas, las azoteas.

Nocilla Experience – Agustín Fernández Mallo
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La música a todo trapo en las radios de los cadillacs, la jukebox sonando en un diner. Volvemos a abrir la ventana a las Tierras de Itaca. La lluvia sobre la gran ciudad, el retiro y la casa de campo en stand by. Los cientos de kilómetros que aún nos quedan por recorrer.
Ya estamos de vuelta.

martes, 18 de enero de 2011

III Cross Ciudad de Ávila

No tenia los típicos nervios de una carrera, no hice un entrenamiento especial la semana anterior, no hice dieta especial el día de antes, no dormí las horas normales la noche de antes. Pero disfrute como nunca de la carrera.


El domingo fue el III Cross Ciudad de Ávila, de "solo" 8,5 kms. El único y claro objetivo era terminarlo, no importaba el tiempo y menos aún la posición. Lo que importaba eran las sensaciones y cargarse de confianza para seguir saliendo otros días, no se podía forzar. Y a pesar de terminar en las ultimas posiciones de la carrera con un tiempo bastante discreto, una vez más (y no se cuantas van) me sentí ganador de la carrera. Al terminar la carrera no me sentía agotado, ni cansado, fui disfrutando todo lo que pude, ya vendrán otros tiempos de medir kilómetros y tiempos.


Todo lo ocurrido en la carrera fue positivo, conseguí terminar, pude correr durante 46 minutos seguidos y no tuve ninguna molestia en el gemelo. La ultima vez que salí, a los 20 mins tuve que terminar y no forzar mas. Por lo tanto la carga de confianza que cogí fue inmensa.


Momento de la llegada, contento por haberlo hecho.


No todo podía ser perfecto en la carrera, no tenia a nadie al lado, era como si estuviera sólo corriendo, no parecía que hubiera allí 600 personas. Faltaba él, en cuerpo, pero en mente corrió conmigo y me ayudo a terminar tan bien la carrera. Creo que no hace falta que diga quien es él, pero por si acaso alguno está perdido: él es Miguel.


A partir de ahora, espero que las lesiones me respeten y pueda empezar regularmente a volver a la vida de corredor, que ya se echa de menos. Lo compaginare con mi nuevo hobby, la natación, que no quiero dejarlo ahora que he empezado y me ha gustado. Y por supuesto poco a poco, iremos retomando el blog, para ir dándole mas vida que a pesar de haberle dejado unos meses parado, le seguimos teniendo en mente.


Próximos objetivos: si puede ser (por fechas) el circuito de carreras ecosport, en Marzo, Abril y Mayo, la media maraton de Segovia y la Media de Ávila. Después paso por la vicaria, luna de miel, y preparación para el tercer objetivo maratoniano. ¿Dónde? no sabemos con exactitud todavía. ¿Cuándo? no sabemos con exactitud todavía ¿Porqué? no sabemos con exactitud todavía. ¿Para qué? no sabemos con exactitud todavía. ¿Con quién? se exactamente con quien, con Miguel. Y con la compañía inseparable de nuestras chicas, Cristina y Mónica, que ahora no son sólo 2, ya son 3. Bienvenida al grupo Candela!!!


PD: A lo largo de la carrera tuve la oportunidad de correr un par de kilómetros y conocer personalmente a Carlos (elblogdeuncorredorpaquete), con el compartí unas cuantas impresiones tanto de la carrera como de otros aspectos relacionados o no con el mundo del running. Un placer saludarte Carlos, espero poder vernos en otras ocasiones.

Corriendo con Carlos, el corredor ni mucho menos "paquete".